Gallardón y Aguirre abren otra crisis en el PP al enfrentarse por el poder en Madrid
Tras un año entero de enfrentamiento más o menos disimulado desde las instituciones que ambos dirigen, el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, abrieron ayer públicamente la guerra por el control del PP madrileño, cuyo congreso regional se celebrará el próximo mes. El número dos de Ruiz-Gallardón, el vicealcalde Manuel Cobo, anunció que presentará una candidatura alternativa a la de Aguirre para presidir el partido, y acusó a su rival de haber "despreciado" a los afiliados y de querer "ocupar todo el poder" en el partido.
Aguirre, por su parte, afirmó que el alcalde, con quien cenó la noche del miércoles para tratar de buscar una fórmula de consenso in extremis, le había planteado un "chantaje" y que ella no aceptaba "imposiciones". Ruiz-Gallardón replicó que quien rechazó la integración fue ella y que si Aguirre fuese una persona "centrista" y "liberal" no habría habido enfrentamiento.
Cobo pide que no haya ninguna imposición desde las instituciones a favor de algún aspirante
El regidor de la capital asegura que la candidata a presidir el partido no quiere la integración
La presidenta regional acusa al alcalde de hacerle "chantaje" al intentar pactar una lista conjunta
Por primera vez en 11 años, los compromisarios que acudan al congreso en representación de los 77.000 afiliados del PP en Madrid tendrán que debatirse entre dos candidaturas. Y, por primera vez, dos dirigentes del partido muestran tan abiertamente sus diferencias. Desde 1993, Pío García-Escudero, presidente a propuesta de José María Aznar y amigo personal de Ruiz-Gallardón, había sido confirmado en el cargo por los afiliados con amplísimas mayorías. Ahora ha decidido no presentarse de nuevo.
Aguirre anunció oficialmente su candidatura el pasado miércoles, aunque sus colaboradores en el Gobierno autonómico hacía meses que venían planteando y defendiendo públicamente la necesidad de que el presidente de la Comunidad fuese también el máximo líder del partido, como ocurre en el resto de España. "Un consejero ha llegado a decir que desde hace años la líder indiscutible del PP en Madrid es Esperanza Aguirre. Eso es un desprecio a Pío García-Escudero y a los afiliados que lo eligieron democráticamente", protestó ayer Cobo, antes de asegurar que hasta el último momento el alcalde ha intentado llegar a una fórmula de consenso con la presidenta.
"Le dijimos: 'Esperanza, en política no se puede ocupar todo el espacio, todo el poder'. Le planteamos que fuese ella la candidata a presidenta y yo, en su lista, el candidato a secretario general. Pero se negó. Tiene todo su derecho, pero también lo tengo yo a presentarme. Precisamente para defender que cualquier afiliado tiene los mismos derechos en este partido", agregó el vicealcalde madrileño.
Esperanza Aguirre, en declaraciones a la cadena SER, explicó que en la cena del miércoles noche había ofrecido a Ruiz-Gallardón "integrar a personas suyas en la Ejecutiva, en secretarías ejecutivas o vicesecretarías", pero que él le había respondido que o Cobo era secretario general o habría candidatura alternativa. "La imposición y el chantaje no son métodos. Si a mí hasta me parece bien Manuel Cobo", afirmó la presidenta sin precisar si le parece bien en abstracto o bien para secretario general, "pero no me parecen bien las formas y los métodos".
"No hubo chantaje en absoluto. ¿Plantear una candidatura alternativa es hacer chantaje?", preguntó Cobo a los periodistas al anunciar su decisión. "Lo que yo espero y deseo", añadió, "es que no haya ningún tipo de imposición ni chantaje a partir de ahora, y mucho menos desde las instituciones [la Comunidad y el Ayuntamiento]. Que nadie ofrezca ventajas o perjuicios a los afiliados en función de a quién vayan a votar en el congreso".
Un leonés a la sombra del alcalde
Manuel Cobo Vega nació en Ponferrada (León) hace 48 años, aunque vive desde los siete en Madrid, adonde llegó de la mano de su padre, Manuel Cobo Calleja, un constructor leonés autodidacta que se embarcó en la aventura de crear uno de los polígonos industriales mayores de España y lo logró en el municipio de Fuenlabrada, al sur de la capital.
Ha hecho toda su carrera política junto a Alberto Ruiz-Gallardón, primero en la Asamblea de Madrid, en la oposición y en el gobierno, y ahora en el Ayuntamiento. Afiliado al PP desde 1985 y después de ejercer nueve años como abogado, decidió dar el salto a la arena política tras presenciar la "traición" del diputado tránsfuga Nicolás Piñeiro, quien en 1989 impidió que prosperara una moción de censura del PP y el CDS contra el socialista Joaquín Leguina.
Conoció entonces a Ruiz-Gallardón y decidió incorporarse a las listas del PP para las elecciones autonómicas de 1991. Pidió expresamente el puesto en el que había concurrido Piñeiro, el 19, pero tuvo que conformarse con el 26. A partir de ahí su acercamiento al entonces líder de la oposición fue en aumento. Empezó como diputado raso, pero en 1995 Ruiz-Gallardón, ya presidente, lo nombró portavoz del grupo parlamentario del PP. Cuatro años después lo designó consejero de Presidencia y más tarde también de Hacienda y portavoz del Ejecutivo.
Desde entonces ha sido la mano derecha del hoy alcalde, y en muchas ocasiones su rostro ante los medios de comunicación. Cuando Ruiz-Gallardón fue elegido por José María Aznar para encabezar la candidatura en las elecciones municipales de 2003, Cobo ocupó el número 4 de la lista: justo detrás de Pío García-Escudero, presidente del partido en Madrid, y de Ana Botella, esposa de Aznar.
El PP ganó los comicios y Cobo fue designado vicealcalde. En ese puesto sufrió uno de los momentos más críticos de su vida política: el escándalo de los tránsfugas socialistas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez salpicó a un director general de su departamento, que reservó a sus espaldas una habitación de hotel para una concejal, esposa del abogado de Tamayo.
Cobo dirige el proyecto de candidatura olímpica que pretende hacer de Madrid la sede de los Juegos de 2012. Fuera de su despacho también es un amante del deporte: juega al pádel y adora al Real Madrid. Está casado y tiene dos hijos y dos hijas.
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