Un herido grave y 30 leves en las protestas de los empleados de Izar en Sevilla y Cádiz

Un trabajador de Izar en San Fernando fue intervenido ayer tras sufrir el estallido de un globo ocular, según los sindicatos, durante los enfrentamientos entre los empleados y la policía, sucesos que dejaron a otros treinta contusionados en Sevilla y Cádiz. Los trabajadores de la planta sevillana colocaron barricadas en las inmediaciones de la factoría y lanzaron bolas de acero, cohetes, canicas y tornillos, a los que la policía respondió con bolas de goma y botellas de humo. En San Fernando, una decena de personas fue identificada como responsable del corte de la vía férrea. El subdelegado del Gobierno en Cádiz, Sebastián Saucedo, acusó al comité de empresa de "incumplir el compromiso verbal" de movilización pacífica.

Los empleados de Izar en toda España habían convocado dos horas de paro en protesta por el plan de reconversión de la industria naval anunciado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Los trabajadores de Sevilla celebraron una asamblea a las 10.00 y decidieron salir en manifestación hasta donde les dejasen. Avanzaron algo más de un kilómetro por la carretera de la esclusa y por otra vía aledaña a las instalaciones de la empresa y a su paso sembraron el suelo con varias barricadas y quemaron rastrojos en la calzada.

A apenas un kilómetro de la puerta se encontraron con decenas de agentes dispuestos a frenar la marcha, que no estaba autorizada por la Delegación del Gobierno. Los trabajadores comenzaron a lanzar cohetes, canicas, bolas de acero y tuercas y tornillos en dirección a los agentes.

Ante la presión policial, los empleados se replegaron en el interior de la factoría y continuaron los enfrentamientos durante casi dos horas. La puerta de las instalaciones, cerrada en algunos momentos, sirvió de escudo a los trabajadores de Izar en su enfrentamiento con la policía y la Guardia Civil, situada a unos 100 metros.

El enfrentamiento acabó en torno a las 13.00, cuando los empleados celebraron otra asamblea y dieron por concluido el paro. La jornada de protestas se saldó con varios policías contusionados y una veintena de empleados intoxicados por inhalación de humo. Los trabajadores se quejaron de que el humo que emplearon ayer las fuerzas de seguridad era más tóxico de lo habitual, un extremo desmentido por la policía, que a su vez denunció que los trabajadores utilizaron "nuevas municiones", incluidos cócteles molotov.

En Cádiz, el suceso más grave ocurrió en San Fernando, donde un trabajador ingresó con traumatismo ocular grave, del que fue intervenido anoche. Los médicos daban por seguro que el obrero perdería la vista del ojo afectado. Otros cinco policías y cuatro trabajadores resultaron contusionados durante el cruce de tuercas de acero y bolas de goma en el puente León de Carranza. El presidente del comité había anunciado a la policía una "manifestación pacifica hasta el Ayuntamiento", que finalmente fue aceptada por los responsables de seguridad. A pesar de ello, tras la manifestación, un grupo de unos 60 incontrolados inutilizaron la vía férrea y se enfrentaron a la policía. El corte de la vía, que se prolongó hasta las 14.30, afectó a 14 trenes. En Puerto Real, el puente Carranza fue ocupado por los manifestantes hacia las 10.30. Los enfrentamientos se prolongaron durante unas dos horas y el tráfico no pudo restablecerse hasta las 14.00. En Cádiz, los trabajadores desarrollaron un paro de dos horas y se manifestaron de forma pacífica.

Por su parte, el presidente de la Diputación de Cádiz, Francisco González Cabaña, obtuvo ayer en Madrid un nuevo compromiso del presidente de la SEPI, Enrique Martínez Robles, sobre el mantenimiento del astillero de San Fernando, lo que confirma la viabilidad de los tres centros de la bahía.