_
_
_
_
_

Zapatero opina que la ONU debe convocar la conferencia de Irak

El presidente checo reclama la legitimidad de criticar la Constitución europea

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, opinó ayer que la conferencia sobre Irak propuesta por Estados Unidos debería "ser objeto de debate y análisis" en el seno de la ONU, de modo que sea el primer organismo multilateral del planeta quien la convoque de hecho. También consideró "prematuro" decir, como ha hecho Francia, que debe participar en ella la resistencia o que debe abordar el repliegue de todas las tropas extranjeras.

Más información
Egipto anuncia que acogerá la conferencia sobre Irak la última semana de noviembre

El presidente del Gobierno hizo estas declaraciones al término de la entrevista que mantuvo ayer con el presidente de la República Checa, Vaclav Klaus, un liberal puro y duro muy afín a la política de Washington en Oriente Próximo, pero curiosamente el tema iraquí no fue el punto más señalado de desencuentro entre los dos líderes.

El propio Klaus estimó que la conferencia sobre Irak "tendría que haberse hecho hace 20 meses, ahora ya es demasiado tarde" y se declaró, en cualquier caso, partidario de que el debate internacional sobre el tema transcurra "por las instituciones habituales y no por instituciones ad hoc".

También coincidieron Zapatero y su huésped en el deseo de que Irak pueda celebrar cuanto antes elecciones con garantías democráticas, aunque ambos compartieron la previsión de que las posibilidades de que eso suceda en un futuro próximo son muy remotas.

"Tengo que decir que, si es verdad lo que veo cada día en televisión, y no lo pongo en duda, no puedo imaginar que haya elecciones en Irak", comentó Klaus, tras precisar que hablaba a título personal.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El presidente del Gobierno señaló que incluso el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, ha reconocido que hay dificultades en Irak y aprovechó la ocasión para decir que "el tiempo transcurrido permite decir que es, al menos, muy discutible lo que se ha hecho" en Irak.

Klaus, cuyo Estado mantiene en el país ocupado 92 policías dedicados a la formación de agentes iraquíes, precisó, por su parte, que no prevé, pese a las circunstancias, "ningún cambio revolucionario". "No pensamos retirar [los policías] mañana. No creo que la República Checa lo haga de esa forma tan radical", comentó en referencia evidente al repliegue español tras las elecciones de marzo.

El jefe del Gobierno y el presidente checo expresaron, en cambio, serias diferencias en torno a la Constitución europea. Zapatero pretende organizar una campaña multinacional, a la que ha convocado a los líderes de Francia y Alemania, para que sea aprobada en los diferentes referendos nacionales, y Klaus expresa un claro rechazo hacia el texto del Tratado que será firmado en Roma el próximo 29 de octubre.

"Me tengo que resistir al esquema de que quien está a favor [de la Constitución] es una buena persona y que los que la critican son malos", dijo el presidente checo. "La Constitución europea es un documento muy importante y habrá que tener una discusión muy profunda al respecto. Espero que todos sigamos dialogando".

Klaus aseguró que "respeta" el hecho de que la Constitución ya ha nacido y que "no hay ningún motivo para empezar ahora una nueva discusión en la UE" sobre el texto, pero no precisó si lo declarado por él significa que su Partido Democrático Cívico va a recomendar el "no" en el referéndum checo. Únicamente advirtió de que la consulta debe ser tomada "en serio", ya que su resultado puede ser tanto positivo como negativo y sugirió que los ciudadanos hace tiempo que no admiten el diktat de los partidos.

En el plano bilateral, los dos líderes constataron que las relaciones entre España y la República Checa carecen de sombras. "No hay ningún problema", dictaminó Klaus, mientras Zapatero las calificaba de "enormemente positivas" y preveía avances en la inversión, el comercio y la cultura.

El presidente de la República Checa, Václav Klaus, y José Luis Rodríguez Zapatero, en el palacio de la Moncloa.
El presidente de la República Checa, Václav Klaus, y José Luis Rodríguez Zapatero, en el palacio de la Moncloa.RICARDO GUTIÉRREZ

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_