Turquía sigue sin retirar los residuos tóxicos del 'UM Ulla'

Un responsable del Ministerio de Medio Ambiente turco afirmó ayer que seguramente hasta dentro de 15 días no se tome la decisión sobre la retirada de los residuos del buque UM Ulla, hundido el pasado 6 de septiembre en el puerto de la localidad turca de Alejandreta. El barco, de 35 años de antigüedad, transportaba cerca de 2.200 toneladas de cenizas procedentes de centrales térmicas españolas. La carga tiene un alto contenido de cromo VI, un potente cancerígeno.

Miembros de la organización ecologista Greenpeace bloquearon ayer la entrada del Ministerio de Medio Ambiente turco, con una pancarta en la que se leía "¡El ministro espera, el UM Ulla envenena!". Los ecologistas consiguieron reunirse con el subsecretario de Medio Ambiente, Mustafá Ozturk, quien les informó de la demora sobre el destino de los residuos. Los ecologistas enseñaron fotos, tomadas el pasado día 14 de septiembre, que muestran a buzos de Greenpeace junto al barco hundido, a 40 metros de profundidad.

Ayuda española

Turquía desestimó la semana pasada la oferta española de enviar una misión técnica para suministrar asistencia. La misión volvió a España sin haber podido recabar información sobre el estado de la carga y de las aguas circundantes.

En cualquier caso, el Gobierno turco se comprometió a proporcionar dicha información técnica a España "cuando esté disponible", según informó el Ministerio de Medio Ambiente.

"Han fallado y siguen fallando en la protección de las aguas turcas. Si no se actúa con rapidez los residuos pueden dispersarse por el mar en cualquier momento", declaró Banu Dokmecibani, responsable de la campaña de Tóxicos de Greenpeace.

Antes del hundimiento, el barco llevaba cuatro años fondeado en aguas turcas. Provenía del puerto asturiano de Avilés y había realizado una escala en Argelia. El Gobierno español había aceptado en 2002 traer los residuos de vuelta, pero un proceso legal abierto en Turquía lo impidió.