Bélgica debate legalizar la eutanasia infantil sin necesidad de consentimiento de los padres

Bélgica se dispone a debatir la posibilidad de ampliar el derecho a la eutanasia también para los menores y sin necesidad de consentimiento de los padres. La ley de eutanasia entró en vigor en Bélgica en 2002: fue el segundo país que la tuvo, tras Holanda. Dos senadores del Partido Liberal Flamenco, el del primer ministro, han presentado ante el Senado su propuesta para reformar la ley de la eutanasia. El cambio permitiría aplicar la eutanasia a los niños "con capacidad de discernimiento" que reclamaran la eutanasia, y la opinión de sus padres sería escuchada, pero no resultaría determinante.

El proyecto de ley presentado por los senadores Paul Wille y Jeanine Leduc está ahora en la comisión de Justicia del Senado y augura un nuevo y delicado debate sobre la eutanasia infantil, aspecto que la ley belga de mayo de 2002 dejó fuera.

Bélgica excluyó, en el momento de aprobar la ley, la posibilidad de que un menor pudiera acogerse a solicitar que le fuese aplicada la eutanasia. La ley holandesa permite, sin embargo, a los mayores de 12 años pedir la eutanasia, si bien la opinión de los padres resulta vinculante si los niños no han cumplido aún los dieciséis. El debate en Holanda se centra ahora en la posibilidad de practicar la eutanasia a los niños.

El proyecto de ley de Wille y Leduc no impone, como hace la norma holandesa, ningún límite de edad al niño para efectuar su solicitud, por considerar que establecerlo sería "arbitrario". El texto presentado advierte de que la madurez de los niños que se encuentran en situación terminal suele ser mucho mayor que la de los sanos, y razona que es más correcto aplicar el baremo de la "capacidad de discernimiento", algo que tendrá que ser fijado por el médico.

El proyecto legal, que es en realidad una reforma de la ley de 2002, estipula para los niños condiciones similares a las ya contempladas para los adultos. Una petición consciente en caso de patología terminal, pero también en caso de enfermedad que genere sufrimientos y dolor insuperables, sería suficiente para que un médico (dos si la dolencia no es terminal) dé su beneplácito. Porque, para ambos senadores promotores del proyecto, el hecho de que los niños estén actualmente excluidos de la ley es una discriminación respecto al derecho a elegir una muerte digna cuando el dolor, la enfermedad y la situación degradante se ceba por igual en pequeños y mayores.

La opinión de los padres es importante, dice el texto, "pero sin que tengan el derecho a decidir sobre la petición de eutanasia de su hijo menor".

El proyecto de ley se entregó al Senado el 7 de njulio pasado y sus redactores esperan que el debate en la cámara pueda iniciarse en las próximas semanas. "Dos años después de aplicación de la ley", dijo ayer a este periódico Paul Wille, "estamos en situación de evaluar sus efectos. Sabemos que los casos serán contados, como mucho una decena al año: pero también sabemos de la gravedad de la situaciones que viven las familias afectadas. Conocemos a familias que han pasado por esto y nos piden comprensión", añadió Wille, que se mostró muy interesado por el debate abierto en España a raíz de la película Mar adentro basada en la historia del tetrapléjico Ramón Sanpedro.

Los partidos belgas no se han pronunciado aún sobre la propuesta de los liberales flamencos -a su formación, VLD, pertenece el primer ministro Guy Verhofstadt)- que gobiernan en coalición con los liberales francófonos y los socialistas tanto francófonos como flamencos.

La comisión de evaluación de la ley de la eutanasia está a punto de publicar su segundo informe sobre la aplicación de esta norma, a la que durante el primer año se acogieron 170 enfermos. "Creo que es mejor esperar esta evaluación antes de pronunciarse sobre la propuesta", manifestaba ayer en La Libre Belgique el senador conservador Hugo Vandenberghe, miembro de la comisión de Justicia.

Wille y Leduc proponen introducir en la ley el derecho a la asistencia al suicidio; eliminar la validez de cinco años del testamento vital, dotándolo de un carácter ilimitado en el tiempo; e imponer al médico que rehúse practicar una eutanasia la obligación de enviar al paciente a otro facultativo.

En España, el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, reiteró ayer lo dicho el lunes por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero: que la legalización de la eutanasia no está entre los compromisos legislativos del Ejecutivo para esta legislatura, informa Juan G. Bedoya.