_
_
_
_
MATANZA EN RUSIA

Miles de rusos se movilizan contra el terror

Putin es el gran ausente de la manifestación en Moscú por la tragedia de la escuela de Beslán

Pilar Bonet

Decenas de miles de moscovitas (130.000, según la policía) acudieron ayer a la Plaza Roja de Moscú para demostrar su unidad contra el terrorismo en la concentración más concurrida que ha visto la capital rusa en años. El lema Rusia contra el terrorismo unía a todos los participantes, algunos de los cuales confesaban haber vencido su propio miedo a un atentado suicida para asistir al evento, organizado -con bastantes rasgos soviéticos- por la alcaldía y los sindicatos. Aunque sonaron exhortaciones a la convivencia entre los diferentes pueblos y comunidades de Rusia, el mitin tuvo notas preocupantes desde el punto de vista del futuro de las libertades y los ánimos nacionalistas en Rusia y careció de emoción y liderazgo político.

Más información
Los terroristas discutieron entre ellos al iniciarse el tiroteo
"Algunos quieren debilitar a Rusia como los romanos a Cartago"
Rusia anuncia ataques preventivos contra los terroristas "en cualquier lugar del mundo"
El presidente de Osetia anuncia la dimisión de todo su Gobierno "en dos días"

"Debemos preguntar al Gobierno por qué nos impide introducir y utilizar más medidas de defensa de nuestra ciudad, como el registro de los forasteros y otras normas, que permiten reforzar la defensa de Moscú", manifestó el alcalde Yuri Luzhkov. En reiteradas ocasiones, grupos de derechos humanos han denunciado la persecución de la que han sido objeto los chechenos cada vez que se ha registrado un atentado terrorista en la capital, sin hablar ya de las discriminaciones y extorsiones por parte de organismos del orden público a la que son sometidos los ciudadanos rusos de origen caucásico. La policía de Moscú obstaculiza sistemáticamente el empadronamiento en la capital de estos ciudadanos, violando así el principio constitucional de la libertad de desplazamiento y asentamiento. Estas restricciones a las libertades cívicas se han consolidado en los últimos años, pese a un dictamen del Tribunal Constitucional de Rusia y decisiones judiciales en contra del Ayuntamiento de Moscú.

Luzhkov exhortó ayer a los moscovitas a "detectar" a los terroristas que pueden estar "cerca" o en un "hotel" de la capital. Los 4.000 agentes de policía movilizados, que controlaban los accesos a la Plaza Roja, fueron impotentes para evitar que la multitud irrumpiera en el recinto sin control, cuando uno de los detectores de metales se averió. Entre los que se manifestaban había miembros del Movimiento Nacional Ruso que repartían octavillas con consignas como "Impedir la llegada a Rusia de los emigrantes no rusos" y "Rusia debe ser un país para los rusos y Europa un continente blanco". El mitin, en el que había pancartas pidiendo la extradición de los independentistas chechenos asilados en Occidente, aprobó una resolución para luchar sin piedad contra los terroristas y endurecer el castigo contra ellos.

Armas modernas

El alcalde tocó ayer uno de los temas más espinosos para luchar de forma eficaz contra el terrorismo, a saber, la corrupción de los órganos del Ministerio del Interior, un fenómeno conocido que no ha sido atajado durante el mandato del presidente Vladímir Putin, pese a la campaña lanzada el año pasado. "Hay que preguntar a las instituciones del orden público por qué las armas usadas en Beslán son rusas y de las más modernas", dijo Luzhkov, que fue el personaje institucional de más rango en el mitin. Ni el presidente Vladímir Putin ni los miembros del Gobierno acudieron a la concentración, donde los ciudadanos, como en época soviética, iban compartimentados en grupos. "Los españoles salieron ellos a la calle por sí mismos, pero aquí son los dirigentes los que nos sacan", señalaba Timurás Vestáiev, un osetio que decía haber acudido a la concentración para criticar a Putin. El líder ruso, que anunció el retraso de su próxima visita a Alemania, oró ayer en una iglesia de una zona residencial de Moscú, según la televisión, que le mostró santiguándose repetidamente junto a un pope y recalcó que en el templo "había otros feligreses".

En Osetia del Norte la situación dista mucho de ser tranquila, según informa Rodrigo Fernández desde Beslán. Ayer, en Vladikavkaz, la capital de la región, se registró una manifestación de 2.000 personas que pidieron la dimisión del presidente de la república, Alexandr Dzasójov. La policía de Osetia del Norte impidió que acudieran osetios de la región de Prígorodni (poblada también por ingushes) y realizó una masiva campaña de propaganda para disuadir a los potenciales participantes. La "Administración corrupta" de Dzasójov está "podrida hasta las raíces" y no ha sido capaz de prevenir los acontecimientos ni de reaccionar adecuadamente, señalaba una octavilla repartida por un denominado "Grupo de iniciativa", en la que además se acusaba a la Administración de Osetia del Norte de apropiarse de las subvenciones infantiles. "¿Acaso podemos seguir callando ahora cuando Dzasójov se negó a negociar con los secuestradores temiendo por su preciosa vida?".

Cadáver político

El dirigente osetio era calificado de "cadáver político" sin derecho a "que se le llame un hombre". La cifra oficial de muertos en Beslán ayer era de 366 personas, incluidos 31 secuestradores y 156 niños, según informaba France Presse. Ciento siete cuerpos no habían sido identificados y el número de heridos se elevaba a 705. Mientras el Parlamento ruso se apresta a incrementar la asignación de seguridad en el presupuesto del año próximo, el politólogo Dmitri Oreshkin afirmaba ayer en la emisora El Eco de Moscú que la seguridad del ciudadano debe garantizarse de forma profesional para no entorpecer el funcionamiento de la sociedad. "El tema no es cómo hacer que el elefante sea mayor, sino cómo encontrar el veneno para el ratón", señaló el politólogo, según el cual las autoridades tienen una gran tentación de hacer que todos vayan en fila y de uniforme. Según diversas fuentes, las manifestaciones movilizaron a cientos de miles de personas en toda Rusia.

La televisión rusa emitió ayer imágenes del secuestro grabadas por los propios terroristas. En la imagen de arriba, un terrorista vigila a los niños, que mantienen las manos sobre la cabeza. Abajo, un niño mira asustado a la cámara.

Los terroristas grabaron el secuestro. La televisión rusa emitió ayer imágenes del secuestro grabadas por los propios terroristas. En esta imagen un terrorista vigila a los niños, que mantienen las manos sobre la cabeza.
Los terroristas grabaron el secuestro. La televisión rusa emitió ayer imágenes del secuestro grabadas por los propios terroristas. En esta imagen un terrorista vigila a los niños, que mantienen las manos sobre la cabeza.
Un niño secuestrado mira asustado a la cámara.
Un niño secuestrado mira asustado a la cámara.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_