Alitalia suspende su cotización a la espera del plan para evitar la quiebra

La autoridad bursátil italiana suspendió a última hora de ayer la cotización de Alitalia ante el inminente anuncio del plan de la compañía para evitar la quiebra. La acción de la empresa avanzó un 4,2%, hasta los 0,22 euros, y allí quedó suspendida, al cierre de la Bolsa de Milán. Mientras, representantes de la empresa, el Gobierno y los sindicatos se reunían en busca de un pacto en el que la compañía exige un recorte de 5.000 de sus 20.700 empleos.

El aire podía cortarse ayer con un cuchillo en los pasillos de la central de Alitalia en Roma, donde a última hora de la tarde se reunieron los representantes de la empresa, el Gobierno (que aún controla el 62,39% de la compañía) y los sindicatos, para intentar acordar un plan de reestructuración para evitar la quiebra de la compañía aérea de bandera italiana.

La situación es tan delicada, y la reunión tan importante, que las autoridades bursátiles italianas decidieron suspender la cotización de las acciones de Alitalia en la Bolsa de Milán tan pronto como ésta cerró, para evitar la especulación en esos minutos posteriores a la clausura de la sesión. La cotización de la acción, suspendida oficialmente a las 17.30 horas, quedó en 0,22 euros, lo que supuso un aumento del 4,2% respecto al cierre del viernes pasado.

El mercado ya daba ayer por sentado que los sindicatos iban a tener que aceptar una buena parte de las medidas propuestas por la dirección de la empresa. En la reunión de ayer, la compañía planteó una reducción de 5.000 empleos de los 20.700 que tiene la empresa, entre 2005 y 2006. De ese recorte total, 3.500 corresponden a puestos de personal de tierra y 1.050 de tripulación de a bordo, además de 450 pilotos, que deben permitir un ahorro de 315 millones de euros en la masa salarial. Añadido a esto, también se mencionó la segregación de las unidades de negocio del grupo para agruparlas finalmente en dos empresas completamente independientes. Las centrales darán hoy su respuesta.

Para los analistas, los sindicatos tienen muy poco margen de maniobra para imponer sus condiciones, puesto que el Gobierno italiano ya ha sido tajante al anunciar que debe alcanzarse un acuerdo antes del 15 de septiembre y que, de no ser así, va a ser inevitable la bancarrota. Alitalia, que arrastra una deuda estimada en 1.676 millones de euros, registró a finales del ejercicio pasado una pérdida récord de 510,6 millones de euros. Para mayo de este año, la compañía aérea ya había registrado una pérdida de otros 250 millones.

El Gobierno italiano, además, ya no podrá inyectar más dinero público en la empresa. La Comisión Europea aprobó a principios de año un último desembolso de 400 millones de euros para mantener a flote a la aerolínea. A cambio, Bruselas instó al Gobierno italiano a reducir su participación en la aerolínea hasta convertirla en una empresa privada. Air France y KLM, las compañías fusionadas que deberían absorber algún día la sociedad italiana, tampoco están en condiciones de ayudar: la fusión a tres, insisten, sólo será posible cuando Alitalia sea privatizada.