Plataformas

Un amigo dice que la plataforma de alcaldes de Izar es el trío de la banderita: Barroso con la republicana, Antonio Moreno con la andaluza y Teófila con la española. Mientras en la SEPI se debate todavía qué hacer con las cuantiosas multas puestas por la Unión Europea y con las ayudas públicas que hay que devolver, mientras los sindicatos están a la espera de una propuesta formal para empezar a negociar, los alcaldes se han anticipado a la temporada y han comenzado a jugar la Intertoto. Los interlocutores a la espera, pero el G-3 ya está en el campo dispuesto a jugar duro. Teófila saca un supuesto estudio recibido de manera anónima y sin firma (Perote ataca de nuevo) y Barroso vuelve a su tradición verborreica. Un equipo multicolor que una vez constituido puede representar igual a los ex chabolistas de Los Bermejales, a los airados vecinos del Polígono Sur, a los damnificados por el incendio de Huelva o a los trabajadores del Infoca. El "plataformismo" es universal e intercambiable. Los parias de la tierra esperan ansiosos.

No sabemos aún los proyectos del Gobierno sobre Izar, más allá de lo avanzado por el presidente de la SEPI: separar la actividad militar de la civil, mantener el centro de reparaciones de Cádiz y estudiar la oferta por el Astillero de Sevilla. Lo que necesitamos saber es cuál es la plataforma de los "plataformistas". Es decir, aparte de oponerse a la privatización, a la segregación, al desmantelamiento y a todas esas palabras tan sonoras ¿qué proyecto para Izar tienen en común los tres alcaldes? ¿Defienden el mismo modelo de empresa pública, similar papel para los sindicatos? ¿Defienden la desobediencia de las directivas comunitarias? ¿Hasta dónde tiene que financiar el Estado el déficit? ¿Tienen la misma opinión sobre el papel del anterior Gobierno? Por ahora, que se sepa, tienen dos elementos en común: el mantenimiento del statu quo de las cuatro factorías andaluzas y el rechazo a cualquier medida del Gobierno, sea la que sea.

Veremos en el futuro al G-3 cortando el puente Carranza, el del Vº Centenario de Sevilla o la esclusa del Guadalquivir. Ya puestos a reivindicar, para qué pararse en el río Guadalete. Al fin y al cabo lo que necesitan los astilleros son más plataformas, pero de las metálicas, las que se pagan con billetes de curso legal.