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Reportaje:

Vitoria habla kisanga y yoruba

El Ayuntamiento de la capital alavesa pone en marcha para los inmigrantes un servicio de traducción de 32 lenguas

¿Que usted llega a Vitoria desde Nigeria y no tiene ni idea de español y menos aún de euskera? No se preocupe. Desde el pasado 3 de mayo, el Ayuntamiento de la capital alavesa ofrece un servicio gratuito de traducción que, bien en yoruba, bien en ibo, le permitirá conocer los requisitos que exige el consistorio para, por ejemplo, empadronarse en la ciudad. Eso sí, después de salvar todas las trabas burocráticas existentes, porque una cosa son las facilidades que ofrece el Servicio de Inserción Social del consistorio y otra la actual legislación en materia de extranjería.

Además del yoruba y el ibo, el servicio cuenta también con traductores en otras 30 lenguas de Europa, África y Asia, las que hablan la mayoría de los inmigrantes que llegan a la ciudad. "Empezamos con 18 idiomas y al final hemos terminado en 32, después de que durante el proceso de selección fueran apareciendo otros que los traductores conocían", comenta la responsable de Inserción Social, María José Lezertua. En gran parte de África y Asia, sus habitantes hablan más de tres idiomas.

El servicio se utiliza para tramitar ayudas sociales y también en casos de malos tratos

El proceso comenzó en septiembre de 2003, visto que la demanda de información por los extranjeros recién llegados superaba la oferta municipal, basada sobre todo en la colaboración voluntaria de la Asociación Afroamericana. Era necesaria una atención por profesionales y su selección no ha estado exenta de contratiempos. Como explica Lezertua, "ha habido que comprobar los currículos, ya que muchos carecían de la documentación correspondiente y ésta no estaba en la UPV. Los trámites llevaron su tiempo. Y luego, los exámenes de algunas lenguas, como el lingala, el kisanga, el tshiluba o el konerwanda, han sido, evidentemente, en castellano".

Por supuesto, no faltan el rumano, el bereber, el chino o el suahili, que identifican a buena parte de los inmigrantes que han llegado estos últimos años a la capital alavesa. La selección de idiomas también mostró el conocimiento parcial que se tiene de otras realidades lingüísticas. "Por ejemplo, en principio consideramos el árabe como una lengua única; pronto nos dimos cuenta de que tenía variantes muy importantes, como el hassania, que se habla en el Sáhara, de donde procede un grupo de los que llegan a Vitoria", recuerda Lezertua.

Estas sorpresas han llegado casi siempre desde África. Se conocía la capacidad del suahili como coiné o lengua franca en Kenia, Tanzania, Congo o Ruanda, pero el Servicio de Traducción e Interpretación también cuenta con expertos en broken english, una especie de spanglish que se habla en una importante zona del África Occidental.

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Este servicio se utiliza en la tramitación de ayudas sociales, pero también se está empleando en casos de malos tratos, un campo en el que las mujeres inmigrantes se encuentran especialmente desasistidas. De momento, la guía del maltrato, publicada por el Ayuntamiento de Vitoria, está escrita en rumano, francés, inglés y árabe. El servicio también ha sido requerido por los departamentos de Cultura y Seguridad Ciudadana.

Por supuesto, este servicio que tanto ha costado poner en marcha no se limitará a las necesidades de la capital alavesa. "Nuestra idea es que lo puedan utilizar otras administraciones; ya nos hemos puesto en contacto con la consejería de Educación y la Diputación y parece que les ha interesado", dice Lezertúa, quien puntualiza para terminar: "Eso sí, nuestro trabajo en Inserción Social está dirigido sobre todo a que los inmigrantes aprendan español y euskera; esto es sólo para los recién llegados".

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