Las compras de la lechera
Capsa está interesada en adquirir nuevas marcas para crecer en diversos mercados regionales
Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa), uno de los líderes nacionales en leche líquida y en varios de sus derivados con la enseña Central Lechera Asturiana, aspira a adquirir nuevas marcas de leche en España. La compañía está interesada en comprar cuota de mercado con la adquisición de enseñas que le permitan proseguir su estrategia de implantación regional, como ya ha hecho en Cataluña con la marca Ato y en Galicia con Larsa.
Capsa tiene ocho centros que dan empleo a 1.423 trabajadores, y con una capacidad instalada que le permite aumentar un 40% su producción
La Corporación Alimentaria Pe-ñasanta (Capsa), primer operador en recogida de leche (trata 1.050 millones de litros anuales), uno de los líderes nacionales en leche líquida y nata, segundo en mantequilla y tercer productor de yogur, mantiene abiertos todos los frentes con los competidores lácteos generalistas pero también con las grandes especialistas en derivados lácteos.
Desde hace cuatro años, la empresa con sede en Granda (Siero), cerca de Oviedo, ha impulsado una ingente apuesta por la innovación, con el lanzamiento sucesivo de nuevas líneas de producto, de alto valor añadido, y con las que está tratando de capitalizar el concepto de productos sanos y con ingredientes naturales. Los productos innovadores y exclusivos -como los yogures con vegetales Vegetánea, los productos Naturlínea, Naturactiva, Naturcol, leches con jalea real y con fibra, mantequilla mediterránea, etcétera- representan en la actualidad sólo el 10% de la cifra de negocio del grupo, pero Capsa tiene la pretensión de seguir abriendo espacios nuevos a la competencia, introduciendo en el mercado nuevos conceptos alimentarios y también innovadores formatos de envases.
En la actualidad, el grupo mantiene acuerdos de investigación con siete universidades españolas -con las que está acometiendo 65 proyectos de desarrollo de productos, de procesos, de medidas medioambientales y de calidad alimentaria- y un convenio con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y participa en una alianza (Biopolis), en la que también está implicado el CSIC, para el desarrollo de nuevos fermentos lácteos. El año pasado, Capsa destinó a investigación, innovación y desarrollo casi 2,8 millones de euros. Otros 20,5 millones de euros fueron destinados a publicidad . Esta última partida está creciendo a un ritmo superior al 20% anual, al compás que amplía la cartera de productos. Hace unas semanas comenzó a comercializar postres de alta calidad, como un nuevo arroz con leche con receta artesanal.
Pugna láctea
Pero no por ello desiste de la pugna en el ámbito de la leche líquida. La marca Central Lechera Asturiana es líder nacional, con una cuota del 12,8% del mercado y las segundas marcas de Capsa -Ato y Larsa- le aportan otro 2,2%. Con ello, el grupo dominaba, en enero pasado, el 15% de las ventas de leche líquida en España. Hace una década, en 1993, sólo tenía el 3% del mercado.
El empeño de Capsa es no cejar en este segmento que, aunque deja menores márgenes que los derivados lácteos, aporta los mayores volúmenes de facturación. La competencia en este ámbito es elevada: en España existen 50 denominaciones comerciales, a las que se suman las pujantes marcas blancas -la leche que se vende con la enseña de las cadenas de distribución-, que en los últimos años han sido las de crecimiento más raudo hasta suponer en la actualidad el 34,5% de las ventas.
Pedro Astals, consejero delegado de Capsa, opina que difícilmente sobrevivirá el medio centenar de marcas que ahora compiten en el mercado y asegura que su compañía está dispuesta a adquirir enseñas cuyo posicionamiento sea coherente con la estrategia de su grupo. Con una marca de ámbito nacional (Asturiana), la intención de Capsa es tomar posiciones en otras comunidades autónomas con marcas de arraigo regional, como ya ha hecho en Cataluña con Ato y en Galicia con Larsa.
Pero Capsa no está interesada en adquirir plantas fabriles. "Tenemos capacidad instalada para aumentar nuestra producción en más del 40%", asegura Astals. Capsa tiene en la actualidad ocho centros de producción, repartidos por Asturias (3), Galicia (2), Cataluña (1) y Andalucía (2), que dan empleo a 1.423 trabajadores. Alguna de esas plantas, como la factoría de Lugo, está ahora en proceso de ampliación. El interés de Capsa es comprar cuota de mercado y, sobre todo, penetración en ámbitos regionales con marcas locales fuertes. Ello le permitiría, además, equilibrar su actual implantación territorial. Hoy Capsa tiene una marcada personalidad norteña. Aunque cuenta con dos factorías en Andalucía (una planta de yogures y postres lácteos en Sevilla y otra de queso fresco y tartas de queso en Carmona), los seis restantes centros de producción están en Asturias (Granda, Villaviciosa y Cabrales), Girona (Vidreres), Lugo y Pontevedra (Villagarcía de Arosa), y la totalidad de su materia prima procede de la mitad norte de España, sobre todo de Asturias, que aporta el 36% de la leche que trata el grupo, y Galicia, donde capta otro 31%. El resto lo recoge en Castilla y León, Cantabria, País Vasco, Navarra, Aragón y Cataluña. En el caso del Principado, Capsa absorbe el 60% de la producción láctea de los ganaderos de la autonomía.
Para afrontar los dos empeños -nuevos lanzamientos y crecimiento en el mercado de la leche líquida- la compañía asegura que dispone de una capacidad de endeudamiento de 250 a 300 millones de euros, tomando como referencia el cuádruplo o quíntuplo del ebidta (beneficio bruto operativo, antes de impuestos y amortizaciones). Pedro Astals afirma que, no obstante, el esfuerzo inversor realizado desde 1999, la compañía "no tiene deuda porque los créditos están dotados en tesorería".
Capsa prevé aumentar este año su facturación el 6% (en 2003 tuvo unos ingresos de 674,7 millones de euros, el 0,6% menos que en el ejercicio precedente) y alcanzar una rentabilidad similar a la del año pasado, que se situó en 29,3 millones de euros, el 37,1% más que en 2003.
El accionariado, que lidera la sociedad agraria de transformación Central Lechera Asturiana (55% del capital), y en el que participan el grupo francés Bongrain (27,5%), presente en España con la marca Arias, y las entidades financieras Cajastur (10,94%) y Caja Rural de Asturias (5%), ha reiterado su vocación de permanencia en Capsa.
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