Panamá indulta a cuatro cubanos que pretendían asesinar a Castro

Cuba rompió ayer relaciones diplomáticas con Panamá horas después de que la presidenta de este país, Mireya Moscoso, indultase, "por razones humanitarias", al ex agente de la CIA y cabecilla anticastrista Luis Posada Carriles y a otros tres cómplices implicados en la voladura de un avión Cubano en 1976 cuyos 73 pasajeros perdieron la vida.

Posada Carriles, Pedro Crispín, Gaspar Jiménez y Guillermo Sampoll, que ayer abandonaron Panamá, fueron detenidos en este país hace cuatro años, y juzgados bajo la acusación de preparar el asesinato de Fidel Castro, durante la Cumbre Iberoamericana de 2000. Se les condenó a siete y ocho años de cárcel.

"Quedan rotas por tiempo indefinido las relaciones diplomáticas entre la República de Cuba y la República de Panamá, un Estado que ha demostrado ser incapaz de evitar la monstruosa acción que acaba de realizarse contra el pueblo de Cuba", señaló un comunicado oficial de La Habana.

La conservadora Moscoso aprovechó los seis últimos días de su mandato para conceder una medida de gracia que probablemente no hubiera aprobado el presidente entrante, Martín Torrijos, socialdemócrata, proclive a la conciliación con la isla caribeña. Su padre fue el caudillo Omar Torrijos (1928-1981), cuyas relaciones con Fidel Castro fueron amistosas.

"Este indulto lo he dado por razones humanitarias, porque podrían ser extraditados a Venezuela o a Cuba, donde estoy segura, serían matados", afirmó Mosco. Argumentó también que el perdón responde también a las advertencias cubanas de romper relaciones si lo concedía. "No podíamos tolerar que Fidel Castro se metiera en los asuntos internos de Panamá".

La justicia había condenado a los cuatro indultados, nacidos en Cuba pero de nacionalidad estadounidense, por delitos contra la seguridad pública, tenencia de explosivos y falsificación de documentos.

El embajador de Cuba en Panamá, Carlos Zamora, regresó a La Habana este miércoles, por exigencia de Moscoso, quien antes había retirado a su embajador en la isla. Al pueblo cubano "le resulta inaceptable que beneficie a connotados criminales con medidas pseudohumanitarias", protestó Zamora. "¿Cómo se le puede llamar injerencia en los asuntos internos a los reclamos de madres, hijos y esposas cubanas para que no se indulte a terroristas de la peor calaña?".

El gobierno panameño negó a Cuba, en 2001, la extradición de Posada, a quien las autoridades cubanas incriminan en la colocación de varias bombas en hoteles de La Habana, en el año 1997.