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VIOLENCIA EN IRAK

El ayatolá Al Sistani pacta la salida de las milicias chiíes de la mezquita de Nayaf

Más de 70 personas mueren en el ataque a un templo de Kufa y en tiroteos con la policía iraquí

El líder religioso chií más respetado de Irak, el gran ayatolá Alí al Sistani, y el clérigo rebelde Múqtada al Sáder se reunieron anoche y alcanzaron un acuerdo para terminar con los combates que han devastado la ciudad de Nayaf durante las últimas tres semanas. Portavoces de Al Sistani indicaron que se permitirá a los miles de seguidores que viajaron a Nayaf durante todo el día unirse al gran ayatolá para manifestarse hoy en la ciudad santa como preludio de la salida de los milicianos del recinto sagrado. El Gobierno interino iraquí aceptó el pacto alcanzado por los líderes chiíes.

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El plan de paz planteado por el máximo líder de la comunidad chií, según reveló la agencia Reuters, obliga a las milicias del Ejército del Mahdi a abandonar el mausoleo de Alí en Nayaf, donde han estado atrincheradas en las últimas tres semanas. Además, estipula que las tropas estadounidenses abandonen la ciudad santa para dejar el control de la seguridad en manos de la policía iraquí.

Al Sistani reclama al Gobierno provisional iraquí que pague indemnizaciones a todos los afectados por los combates librados desde el pasado 5 de agosto y que permita a los miles de chiíes que acudieron a su llamada marchar a Nayaf y entrar en el santuario en grupos organizados.

El acuerdo recibió anoche la aprobación del Gobierno iraquí, cuyo portavoz garantizó la libertad de Al Sáder. Al menos dos pactos previos con el clérigo rebelde no llegaron a buen puerto, lo que terminó conduciendo a la reanudación de los combates.

Al Sistani hizo una llamada el miércoles a sus seguidores para que le ayudaran a poner punto final a los combates, nada más regresar de Londres, donde fue hospitalizado por una afección cardiaca. Ayer, miles de chiíes se encaminaron hacia Nayaf para acompañarle en su entrada en la ciudad santa, donde las tropas norteamericanas habían conseguido cercar el mausoleo.

Ataques mortales

Pero la marcha se vio empañada por la violencia. Al menos 70 personas murieron por disparos y ataques con mortero y varios centenares resultaron heridos. Al Sistani había pedido a sus seguidores que no rebasaran las puertas de la ciudad hasta su llegada a Nayaf desde la ciudad de Basora. Ayer por la mañana, una mezquita de la vecina ciudad de Kufa fue objeto de un ataque con proyectiles de mortero cuando estaba atestada de seguidores de Al Sistani preparándose para marchar hacia Nayaf. Murieron al menos 25 personas y otras 63 resultaron heridas. No fue posible aclarar quién es el responsable de los ataques.

Además, al menos 15 personas más murieron cuando trataban de entrar en el mausoleo, según fuentes de los hospitales de Nayaf, por los disparos de las tropas iraquíes que trataban de impedirlo y abrieron fuego sobre la multitud. Otras 20 personas murieron por tiroteos en Kufa. La cifra de víctimas fue creciendo durante toda la jornada. Según el ministro de Sanidad, 74 personas perdieron la vida ayer. Tres enfermeros del hospital explicaron que habían intentado entrar en el mausoleo para recoger a las víctimas, pero los francotiradores se lo impidieron. "Vaya a la morgue", dijo uno de ellos. "Está llena".

El sonido de las ráfagas de ametralladora y de las explosiones resonó por toda la ciudad durante la mañana, pero luego se apagó. El primer ministro interino de Irak, Ayad Alaui, ordenó a sus fuerzas que respetaran un alto el fuego de 24 horas a partir de las tres de la tarde, hora local, para facilitar el éxito de las negociaciones.

Fuerzas del Ejército de Estados Unidos permanecieron en sus posiciones en torno a la ciudad vieja de Nayaf mientras los marines avanzaban desde el oeste a pie o en tanques. "No disparéis contra la mezquita", dijo el comandante Doug Ollivant, del Quinto de Caballería. "Recibido. No dispararemos contra la mezquita", respondió el capitán Kevin Badger, de la compañía A, que lideraba el asalto.

Heridos por el ataque con morteros contra la mezquita de Kufa son atendidos en el jardín del hospital de la ciudad.
Heridos por el ataque con morteros contra la mezquita de Kufa son atendidos en el jardín del hospital de la ciudad.AP

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