Una banda asalta el Consulado de España en São Paulo y roba 1.383 pasaportes
Una banda de entre 15 y 20 hombres armados amordazaron e inmovilizaron a los clientes de la cafetería situada en los bajos del centro comercial donde se ubica el Consulado de España en São Paulo para a continuación asaltar sus oficinas. Diez hombres de la banda, armados con fusiles y pistolas, subieron en la madrugada del sábado al domingo hasta los locales del Consulado, desmontaron el techo blindado de la cancillería, anularon los circuitos de televisión llevándose la cinta, y, a "tiro hecho", como ha afirmado el cónsul general de São Paulo, José Antonio San Gil, descerrajaron las dos cajas fuertes donde se hallaban los pasaportes, llevándose 1.383 de ellos y 10.000 reales (unos 3.300 euros).
Todo indica que se trató de profesionales del crimen, que conocían muy bien el Consulado por dentro y que lo que buscaban eran pasaportes de ciudadanos españoles, algo que ya tuvo lugar en el Consulado de Río de Janeiro en octubre del 2003. A pesar de la contundencia del asalto, con varios hombres armados, la carencia de seguridad de la que goza el Consulado, hace, según el diplomático, muy fácil los asaltos, y nada va a impedir -de no cambiar las cosas- que dichos robos de pasaportes y documentos puedan repetirse.
Sin poder viajar
Los padres de una de las víctimas que están sufriendo las consecuencias del asalto al Consulado, Juan y Paloma Sofres, de Madrid, cuyo hijo Paulo se ha casado con una chica brasileña, han confirmado la precariedad de la seguridad de una entidad tan importante. La esposa de Paulo no ha podido aún viajar a España porque su pasaporte, en espera del visado para poder residir en Madrid, no le pudo ser entregado "porque en el consulado no saben si estaba entre los robados", dice su suegra, Paloma.
Según informó a este diario el cónsul San Gil, la situación del consulado de São Paulo, con más de 60.000 españoles que acuden continuamente a él pidiendo informaciones y documentos, es "desastroso" y "hiere a la dignidad de la imagen de España". Según San Gil, hasta ahora de nada han servido las repetidas quejas enviadas a Madrid sobre la "vergonzosa situación del consulado", tanto en lo que se refiere al personal (23 personas contando los chóferes), como a las condiciones de un edificio sin seguridad y que no es digno del volumen y de la importancia de España en Brasil.
En este momento existen en el consulado 4.000 cartas que no han podido ser abiertas desde octubre pasado por falta de personal. El embajador de España en Brasilia, José Coderch, ha confirmado a este corresponsal que la situación del consulado de São Paulo "es crítica" desde hace mucho tiempo y que necesita ser resuelta lo más rápidamente posible si se quieren evitar agresiones como la del sábado pasado.
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