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Reportaje:

Un caballo de Troya de EE UU contra el régimen de Irán

El Pentágono deja de considerar terroristas a los Muyahidín del Pueblo Iraní para presionar al Gobierno de Teherán

Los rumores que desde hace meses circulan en Estados Unidos de que Irán podría ser el próximo objetivo militar si George W. Bush es reelegido han cobrado fuerza por la sorpresiva decisión del Pentágono de borrar de la lista de terroristas a los Muyahidín del Pueblo Iraní (MEK), que llevan años operando desde Irak contra el Gobierno de Teherán.

Bajo el hipotético plan de los halcones, el MEK podría desempeñar en Irán un papel similar al que tuvo el Congreso Nacional Iraquí en la invasión de Irak, facilitando contactos e información, señalan algunos observadores.

El primer paso hacia ese objetivo era despojarlos de la etiqueta de "terroristas", que les descalificaba como potenciales colaboradores. Hace unos días se la cambiaron silenciosamente por la de "personas protegidas", amparadas por los derechos de la Convención de Ginebra, lo cual impide su extradición como quisiera el régimen de Teherán, que lleva tiempo sondeando un canje de militantes del MEK por terroristas de Al Qaeda. La opción del trato queda anulada por el nuevo estatuto de los 3.800 miembros del MEK bajo custodia de EE UU en la base de Ashraf, a unos 100 kilómetros al noroeste de Bagdad.

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La reclasificación ha enfrentado al Pentágono y al Departamento de Estado, poniendo una vez más al descubierto las divisiones en política exterior entre ambos. El Departamento de Estado liderado por Colin Powell ha optado por seguir catalogando a los Muyahidín del Pueblo Iraní como organización terrorista, decisión que no tiene previsto reconsiderar por el momento. "Creemos que los individuos responsables de actos terroristas deben enfrentarse a la justicia. La Convención de Ginebra no les excluye de esa posibilidad", afirma una fuente diplomática.

El pulso de poder entre las dos ramas del Gobierno lo han ganado los neoconservadores que idearon la invasión de Irak como primera fase para "rehacer" el mapa de Oriente Próximo. "Al haber perdido fuerza por Irak y Afganistán, los neocons están presionando para poner a Irán sobre la mesa de discusiones", señala Mohamed Hadi Semati, un politólogo de la Universidad de Teherán, que actualmente trabaja en el think tank Carnegie Endowment for International Peace aunque tiene previsto regresar a su país en un año.

Semati opina que el MEK carece de credibilidad en Irán y por tanto no representa una alternativa al Gobierno actual. "EE UU lo quiere usar como hizo con el Congreso Nacional Iraquí y, a corto plazo, como palanca de negociación", subraya. En estos momentos el MKO puede resultarle útil a EE UU para disuadir a Teherán de que extienda su influencia en Irak a través de grupos chiíes afines.

El grupo rebelde de filosofía marxista-musulmana formado en los años sesenta cuenta también con apoyo en el Congreso. El pasado noviembre 150 congresistas firmaron una petición a la Casa Blanca pidiendo que excluyera al MEK de las listas terroristas. El derrocamiento de Sadam Husein dejó al MEK huérfano de dinero y su fortuna política tambaleándose. EE UU lo "rescató" después de que renunciaran a la violencia, no se sabe si voluntariamente o por la fuerza, tras un bombardeo a su campo de entrenamiento.

La concesión del estatuto de personas protegidas se produce además en plena escalada de las hostilidades retóricas entre EE UU e Irán, a raíz de la admisión de este último de que va a construir centrifugadoras nucleares para enriquecer uranio. Según el grado de enriquecimiento pueden usarse con fines energéticos o para desarrollar armas nucleares, que es lo que sospechan EE UU, la Unión Europea y la Agencia Internacional para la Energía Atómica, AIEA. Irán suspendió indefinidamente las inspecciones de la AIEA en marzo, cuando la agencia detectó trazas de uranio enriquecido y equipos de doble uso desprecintados. Además, el anuncio de esta semana del presidente iraní Mohamed Jatamí de que habían probado con éxito misiles de mediano alcance tipo Shahab-3, capaces de alcanzar Israel y las bases americanas en el golfo Pérsico, ha recrudecido las tensiones con EE UU y las amenazas de destrucción mutua entre Irán e Israel.

Funcionarios del Gobierno israelí han reiterado que de confirmarse que Irán desarrolla armas nucleares tomarían una acción unilateral como la de 1981 contra Irak, en la que bombardearon un reactor nuclear. Irán ha respondido que si Israel les ataca lo "eliminarían de la faz de la Tierra", en palabras del jefe de las Brigadas Revolucionarias, Seyed Masood Jazayeri. Y el líder espiritual, ayatolá Alí Jamenei, ha extendido la amenaza a EE UU afirmando: "Si el enemigo ataca nuestros intereses científicos, naturales o humanos no dudaríamos en poner en peligro sus intereses alrededor del mundo".

Irán ha salido fortalecido con las guerras de Irak y Afganistán y eso explica su actitud desafiante, según el profesor Semati y el especialista en Irán del Center for Strategic and International Studies Anthony Cordesman. "Con el colapso de Sadam y los talibanes, EE UU le ha quitado los dos principales enemigos y ahora Irán se siente mucho más poderoso", sostiene Semati. Y Cordesman puntualiza que "se han convertido en el único poder militar en el Golfo, y EE UU debe tener en cuenta seriamente la posición estratégica de Irán".

La nueva catalogación del MEK se ha hecho, según fuentes militares, tras una "exhaustiva" revisión de los historiales de cada uno de los 3.800 militantes bajo custodia estadounidense en el campo de Ashraf, y después de que éstos hayan renunciado a la violencia y el terrorismo. Los interesados han sido notificados por el propio general Geoffrey D. Miller, en una carta personalizada en la que les "felicita" por su nueva situación.

Miller es desde el pasado abril el responsable de los interrogatorios a los detenidos en Irak, pero antes estuvo a cargo del penal de Guantánamo, lo que ha llevado a muchos observadores a preguntarse cómo se aplica la Convención de Ginebra al MEK y no a los detenidos de Guantánamo.

El presidente iraní, Mohamed Jatamí, la semana pasada en Teherán.
El presidente iraní, Mohamed Jatamí, la semana pasada en Teherán.ASSOCIATED PRESS

Historial de violencia

Los Muyahidín del Pueblo Iraní (MEK) son el grupo principal de la coalición opositora Consejo Nacional de la Resistencia de Irán, ambos liderados por Massoud Rajavi y su esposa, Maryam. El MEK ha sido responsable de numerosos atentados en Irán y contra intereses iraníes en el extranjero, así como del asesinato hace 30 años de estadounidenses en Teherán.

Fue fundado en los años sesenta por un grupo de intelectuales de izquierda opositores al sha Mohamed Reza Pahlevi, que preconizaban el pluralismo político, la separación entre la religión y el Estado y la igualdad de las mujeres. Posteriormente, el MEK participó en la revolución islámica que en 1979 alzó al poder al ayatolá Jomeini, pero su ideología marxista-islamista pronto colisionó con el nuevo Gobierno, que ejecutó a la mayoría de sus fundadores. Los que sobrevivieron se trasladaron a Irak, cerca de la frontera iraní, y en 1981 se reubicaron en París.

Desde Francia apoyaron a Sadam Husein en la guerra de ocho años entre Bagdad y Teherán, y en 1986 se instalaron definitivamente en Irak, con el respaldo de Husein. Paralelamente, el MEK estableció oficinas en Washington y París, que el año pasado les obligaron a cerrar. Francia detuvo en 2003 a Maryam Rajavi en una redada de 160 militantes muyahidín, pero ella fue liberada bajo fianza.

A pesar del historial de violencia y de que muchos analistas consideran que el MEK funciona como un "culto a los rajavi", el grupo ha contado con simpatizantes en ciertos sectores políticos de Francia y otros países de la UE, así como en EE UU y Canadá.

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