Atasco en la maternidad
El verano y el aumento de partos prematuros agrava la saturación de algunos servicios de neonatología
Llega el verano y con él los quebraderos de cabeza para médicos y enfermeros de los servicios de neonatología de algunas comunidades autónomas. Muchos hospitales reducen su personal con las vacaciones. Pero los partos no se detienen. En los meses de julio y agosto se agravan las consecuencias de una realidad que ya se presenta a lo largo del año: los nacimientos en España han experimentado un aumento en los últimos años que no ha sido acompañado por uno proporcional en los servicios médicos.
"Nuestro trabajo ha aumentado en los últimos años y estamos sobrepasados, con insuficiencia de camas y de personal médico y de enfermería", afirma José Quero, jefe de servicio de neonatología del madrileño hospital de La Paz. Este centro sanitario atendió más de 10.300 partos el año pasado, mientras que en 1997 la cifra apenas sobrepasó los 6.000. En España, el número de nacimientos, jalonado por el aumento de la población inmigrante, ha subido sin pausa desde los 380.130 de 1999 hasta los 439.863 de 2003, según el Instituto Nacional de Estadística.
"Estamos sobrepasados, con insuficientes camas y personal médico", aseguran en La Paz
"Entre el 20% y el 25% de los nacimientos son de madres inmigrantes", dicen en Vall d'Hebron
Los servicios de neonatología se encuentran entre los más afectados. Junto con el aumento general de nacimientos, se ha producido un ascenso de los partos prematuros, gracias a las técnicas que permiten la supervivencia de un número cada vez mayor de niños. Sólo en Andalucía, los nacimientos prematuros representan entre el 10% y el 12%, según un reciente estudio coordinado por el jefe de sección de neonatología del hospital Virgen del Rocío de Sevilla, Antonio Losada, y por el subdirector médico del complejo Torrecárdenas de Almería, Antonio Bonillo Perales. Los niños prematuros deben permanecer internados por periodos prolongados. Como Julia, un bebé que lleva más de 115 días con respirador en una sala de La Paz.
Niños de tan sólo 700 gramos, niños prematuros -de menos de 37 semanas-, se encuentran en una sala dentro de complejas incubadoras, entre monitores y cables. Es la sala de cuidados intensivos del hospital de La Paz. Una sala que está siempre al completo. "Muchas veces tenemos que rechazar traslados de niños desde otros centros porque no tenemos donde ubicarlos", afirma Félix Omeñaca, jefe de sección de neonatología de La Paz. Esta sala, con respiradores, máquinas, médicos y enfermeras para atender a un número limitado de pacientes (15), es la más afectada por la saturación. "Estamos completamente sobrepasados. Hay muchos niños que no están donde deberían estar. Se precipitan las altas. La semana pasada llegamos a tener ocho niños más de los 61 que podemos atender en el servicio no intensivo".
"Sufrimos este problema en todos los hospitales de la Comunidad de Madrid", afirma una médica de un servicio de neonatología que pide anonimato. El Instituto Madrileño de Salud declinó comentar la situación. "Además", prosigue la doctora, "recibimos los niños que no pueden atender comunidades cercanas, como Castilla y León o Extremadura". "En verano la situación es espantosa, las unidades están hasta arriba", afirma. "Una madre con trillizos tuvo que esperar casi una semana en Alcorcón [Madrid] para ser trasladada a un centro mejor preparado. Uno de los niños murió en el útero, algo común en estos casos y que no se debió a que estuviese en un centro periférico. Debieron practicarle una cesárea y trasladar a los dos sobrevivientes a dos centros comarcales diferentes, con las complicaciones que eso implica para la madre", añade la doctora.
"Los nacimientos con complejidades, como los de gemelos o trillizos, o los de madres de edad avanzada van en aumento", afirma Modoaldo Garrido, director médico de la coordinadora de camas de la Comunidad de Madrid. Ese departamento se encarga de encontrar sitio en los hospitales para los niños prematuros con complicaciones. "Pese al aumento, es muy raro que en los hospitales digan que no a las derivaciones; si el paciente es crítico lo ubicamos rápido, con un par de llamadas", añade. "La semana pasada nació en Getafe un niño de 34 semanas que tenía 300 latidos por minuto [taquicardia paroxística] y no teníamos sitio para recibirlo en La Paz", dice Omeñaca; "por suerte apareció uno en el Gregorio Marañón".
El hospital Gregorio Marañón de Madrid, uno de los grandes centros de referencia de España recientemente modernizado, también está saturado, según Manuel Sánchez Luna, jefe de neonatología. "El número de camas es insuficiente y esto lo sabemos quienes estamos al frente de los servicios", sostiene Sánchez Luna. "En verano hay picos de nacimientos y los puestos intensivos se saturan muy pronto, pero esto lo padecemos de forma crónica durante todo el año". "Además, debemos atender continuamente a los niños que vienen de otras comunidades, como Castilla-La Mancha o Castilla y León, donde también están saturados y tienen menores medios".
El aumento de la inmigración en los últimos años ha contribuido decisivamente a elevar la cifra de nacimientos en España. "Entre el 20% y el 25% de los nacimientos en nuestro centro son de madres inmigrantes", dice Salvador Salcedo, jefe del servicio de neonatología del hospital Vall d'Hebron de Barcelona. "Esto ha incidido en el aumento de la presión asistencial. Muchas madres acceden tarde al control de embarazo y luego se requieren tratamientos para patologías que se podrían haber evitado".
Al mismo tiempo, la mejora y extensión de las técnicas de reproducción asistida ha provocado una avalancha de embarazos múltiples, el terror de los servicios de neonatología. "La semana pasada he llamado a la coordinadora de camas porque tenía trillizos por nacer y aquí no había sitio. 'Trillizos no recibe nadie; además tenemos otros trillizos en Alcorcón por ubicar', me dijeron. Estos niños que siempre nacen prematuros bloquean tres puestos durante todo el verano", afirma Omeñaca. "En estos momentos hay una epidemia de embarazos múltiples", añade.
La saturación de los servicios ha causado malestar en algunos hospitales. "Estamos desbordadas, la ocupación es altísima, estamos muchos días por encima de la capacidad", afirma una enfermera de un hospital madrileño. "Muchos padres se quejan porque hay demasiados niños por sala y porque hay poco personal", dice.
"El verano es la punta del iceberg de un problema de todo el año", asegura Miguel Saenz de Pipaón, médico del servicio de neonatología de La Paz. "Esto empeora cada año. Hay pocos médicos para el aumento de pacientes. En los últimos años la cantidad de personal sólo aumentó menos de un 10%", detalla.
El modelo catalán
La situación en Cataluña es diferente de la registrada en otras comunidades autónomas como Madrid. "En Cataluña comenzó antes la regionalización de los servicios de salud, lo que ha ayudado a optimizarlos y hacerlos más eficientes según las necesidades de la zona", afirma José Quero, jefe del servicio de neonatología del hospital madrileño de La Paz. "La situación en los hospitales de Cataluña es más desahogada que en otras Comunidades", dice Salvador Salcedo, jefe de neonatología del hospital Vall d'Hebrón de Barcelona. "Desde finales de 2003 hemos aumentado los puestos en cuidados intensivos de 17 a 25, con más personal y dotación tecnológica. Pasó lo mismo con al menos otros cuatro centros del área de Barcelona. En verano se nota cierta presión por las vacaciones del personal, pero no es grave", añade.
Uno de los aspectos más valorados del sistema catalán es la buena organización y la eficacia de un sistema de transporte muy perfeccionado. "El traslado de niños recién nacidos es un problema, ya que se trata de pacientes muy especiales. En Cataluña cuentan con unos vehículos específicos, algo que no existe en Madrid", afirma Félix Omeñaca, jefe de sección de neonatología de La Paz.
"El servicio de emergencias médicas pediátricas de hospital a hospital ha implicado una gran mejora", señala Salcedo. "El año pasado se trasladó a cerca de 1.000 niños con este sistema. En Cataluña experimentamos pronto el aumento de la natalidad y esto provocó que el Gobierno regional se sensibilizara con el tema. Se trata de adecuar las estructuras a la realidad actual", concluye.
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