Alumbramiento con vistas
El Instituto Bernabeu resalta las técnicas de selección de embriones para lograr nacimientos sin enfermedades hereditarias
Todavía no la hemos visto, pero lo trascendental es que ella sí puede vernos. Luz, un bebé de apenas tres semanas, llegó al mundo liberada de las ataduras de una mutación visual hereditaria -la retinosquisis, enfermedad de transmisión genética que afecta al 50% de la descendencia- merced a una técnica de selección embrionaria aplicada por primera en el mundo con éxito en los laboratorios del Instituto Bernabeu de Alicante.
Ayer, el equipo médico que ha culminado la hazaña científica, encabezado por Rafael Bernabeu, director del centro, expuso los pormenores de la experiencia, y sobre todo la repercusión de la misma, ya que la técnica es una puerta de entrada para tratar un largo listado de patologías hereditarias, entre ellas la Corea de Hungtington, el síndrome de Marfan y la distrofia miotónica.
Mientras, en algún lugar de Alicante, Luz disfruta sus primeros días de vida en la intimidad -por expreso deseo de sus progenitores, una pareja de unos 30 años- y sin ningún menoscabo, o sea, captando todos los matices de su hasta ahora menudo universo. Y, además de una visión perfecta, la técnica ha roto la cadena hereditaria y la descendencia de Luz está exenta de la patología.
En el feliz caso de Luz, los profesionales del Instituto Bernabeu han aplicado la técnica denominada diagnóstico genético de preimplantación de embriones con fines terapéuticos. El proyecto médico combina la técnica de la reproducción asistida con la biología molecular.
El primer bloque del tratamiento fue la selección de los embriones libres de la mutación. Los trabajos los dirigieron los responsables del área de Biología Molecular y Genética del centro. Mediante la técnica de fecundación in vitro, se obtuvieron varios embriones. Al tercer día de vida, los embriones alcanzan el estadio de ocho células. En ese momento, con un láser de precisión se abre la corteza del embrión con cuidado para no dañarlo, extrayendo una célula. Luego se estudian los cromosomas de ésta para seleccionar los embriones cuyo código genético no porte en el cromosoma sexual X la mutación de la retinosquisis. Los médicos localizaron dos células sanas. Dos días después, ambos embriones fueron transferidos al útero de la madre.
La segunda parte de la investigación fue el control del embarazo, que se desarrolló con "normalidad", según el responsable de ginecología del centro, Francisco Sellés. "El embarazo comenzó siendo doble, algo habitual cuando se trata de fecundación in vitro, pero uno de los embriones se perdió en un aborto", explicó Sellés. A la semana 39 de gestación, nació Luz, con un peso de 3,330 kilogramos.
"Las primeras revisiones constataron que Luz gozaba de una visión sana y, además, que no era portadora de la enfermedad", comentó Bernabeu. "Entonces, optamos por dar a conocer el resultado de la investigación, pionera en mundo, según la literatura médica publicada", añadió el satisfecho directo del la clínica de fertilidad.
Bernabeu resaltó las posibilidades de la técnica de preimplantación de embriones para tratar otra serie de enfermedades hereditarias ligadas al cromosoma X -patologías que portan las mujeres y padecen los varones- "Podemos comparar el alcance del experimento con lo que en su día acarreó en el ámbito de la prevención sanitaria el descubrimiento de la vacuna", aseveró.
El Instituto Bernabeu se fundó a mediados de los ochenta y en uno de los centros pioneros en España en el apartado de la reproducción asistida. El centro ha coronado con éxito otras investigaciones como el primer parto de gemelos celulares nacidos en España, en mayo de 2000, cuyo padre biológico carece de espermatozoides.
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