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La ONU anima a la UE a aprovechar las ventajas de la oleada de inmigrantes

El informe anual del PNUD asegura que no habrá desarrollo humano sin libertad cultural

Ana Carbajosa

La Unión Europea ha sufrido una oleada migratoria sin precedentes en las dos últimas décadas. Entre 1980 y 2000, el número de inmigrantes de Asia, África y América Latina creció un 75%. Aprovechar este flujo de mano de obra y culturas es uno de los mayores desafíos para Europa, según el Informe de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), publicado ayer en Bruselas y dedicado este año a la libertad cultural. La ONU recomienda a la Unión duplicar la admisión de inmigrantes de aquí a 2050 para paliar el envejecimiento y la baja natalidad europea.

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No sólo ha aumentado el número de inmigrantes en los países ricos -en EE UU el crecimiento desde 1980 ha sido del 145%-, también ha crecido el abanico de países de origen de estos inmigrantes. Así, por ejemplo, casi la mitad de los habitantes de Toronto o Los Ángeles son extranjeros y los alumnos de las escuelas públicas de Londres hablan unas 300 lenguas.

Estos inmigrantes mantienen además lazos más estrechos con sus países de origen debido al desarrollo de Internet y el abaratamiento de las tarifas aéreas. Este fenómeno obliga, según las conclusiones del PNUD, a cambiar la política de inmigración de los países receptores, a los que Naciones Unidas insta a promover la conservación de las identidades culturales y a incrementar el respeto y la representación política de las minorías étnicas y religiosas. "El desafío está en diseñar políticas que amplíen las alternativas, protegiendo las identidades nacionales a la vez que mantienen las fronteras abiertas a nuevos pueblos, culturas e ideas", según Sakiko Fukuda Parr, autora del estudio.

El informe, que elabora anualmente el PNUD, dedica especial atención a la libertad cultural como elemento esencial del desarrollo humano e instrumento clave para afianzar la democracia y la estabilidad política. "En una época en la que el concepto de 'choque de civilizaciones' resuena con fuerza y de manera inquietante en todo el mundo, recobra importancia encontrar respuestas a la antigua pregunta de cómo manejar los conflictos en torno al idioma, la religión, la cultura y la etnia", afirma Mark Brown, administrador del PNUD en el prólogo del informe, y añade que la construcción de sociedades multiculturales es una condición fundamental para que los países puedan dedicarse al crecimiento económico y la garantía de los servicios sociales básicos. "La globalización no puede tener éxito a menos que se protejan las libertades culturales", afirma el texto del PNUD.

Las minorías étnicas del sureste asiático, de los Balcanes y de África y los chiíes y los kurdos en Irak son parte del 10% de la población mundial que pertenece a los más de 5.000 grupos étnicos que viven en unos 200 países. En total, cerca de 900 millones de personas que se enfrentan a algún tipo de discriminación por motivos étnicos, raciales o religiosos. El remedio para garantizar los derechos de estas minorías es, una vez más, las políticas de libertad cultural, ejercidas con éxito, según la ONU, en EE UU y Canadá, donde la integración de las sucesivas oleadas migratorias ha propiciado el crecimiento económico de estos países. El informe, de casi 300 páginas, aplica estas recomendaciones a casos concretos como Irak y Afganistán, en los que defiende la creación de Estados federales, en los que los distintos grupos étnicos coexistan.

Naciones Unidas defiende asimismo las medidas de discriminación positiva para las situaciones de desventajas colectivas como en el caso de los indígenas latinoamericanos, infrarrepresentados en los Parlamentos. Y como modelo de medidas positivas, el PNUD cita nuevamente a EE UU, donde se ha producido un incremento de abogados, jueces, ingenieros y médicos afroamericanos, gracias a este tipo de discriminación.

Otro de los grandes obstáculos al desarrollo es, según la ONU, el sida, que ha reducido la esperanza de vida de 13 países africanos, por debajo de 40 años -frente a los 78,9 de Noruega-, y ha supuesto un grave retroceso en el desarrollo de estos países "debido a que la enfermedad ataca a las personas en la etapa más productiva de su vida". Esto, junto al descenso de los ingresos y de la alfabetización, hace que en 46 países (20 de ellos en el África Subsahariana) los ciudadanos sean más pobres que hace una década.

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Sobre la firma

Ana Carbajosa
Periodista especializada en información internacional, fue corresponsal en Berlín, Jerusalén y Bruselas. Es autora de varios libros, el último sobre el Reino Unido post Brexit, ‘Una isla a la deriva’ (2023). Ahora dirige la sección de desarrollo de EL PAÍS, Planeta Futuro.

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