Cinco oficinas recibirán las quejas de los ciudadanos por discriminación del catalán

La Generalitat abrirá cinco oficinas a las que podrán acudir los ciudadanos para presentar reclamaciones en defensa del uso del catalán. Ésta es una de las 13 medidas que integran el Plan de Acción Lingüística 2004-2005, que presentó ayer el conseller en cap, Josep Bargalló, y que van encaminadas a fomentar el uso cotidiano del catalán. Este plan,que cuenta con un presupuesto de tres millones de euros, se aplicará a partir de septiembre hasta el próximo junio, y será el preludio del definitivo Plan Estratégico de Política Lingüística, que definirá las líneas de actuación pata el resto de la legislatura.

Las cinco oficinas -que se ubicarán en las capitales de las cuatro provincias y Tortosa- serán el canal de comunicación directo entre los agraviados y la Administración, y están llamadas a simplificar las gestiones. Según Bargalló, evitarán que, como venía ocurriendo hasta ahora, a la queja original sobre actuaciones que vulneran el derecho a usar el catalán se le sume una segunda por la tardanza en resolver el conflicto. "Hasta ahora las reclamaciones iban por correo, eran respondidas con retraso y se limitaban al traslado del resultado de un expediente administrativo largo y espeso", adujo Bargalló, que aclaró que su función no es incrementar las sanciones.

La Generalitat acudirá al criterio lingüístico para elegir a las empresas con las que firmará contratos a partir del año que viene, fecha en la que está prevista la aprobación de una normativa de adquisición de bienes y contratación de servicios.

Esta iniciativa de primar a las empresas que apoyan el catalán en sus compras busca convertir a la Generalitat en motor y ejemplo para los ciudadanos. En palabras de Bargalló, cambiar el "nosotros no lo hacemos, pero vosotros deberíais hacerlo", que a su juicio prevaleció con el Gobierno anterior, por el "nosotros lo hacemos, ¿por qué vosotros no?". El peso que tiene el Gobierno de la Generalitat en el volumen de contratación de Cataluña empujará al mercado a adoptar sus criterios "de forma libre", afirmó el conseller en cap, que recordó: "Somos el primer comprador catalán". La medida participa del lema del plan: En català també; en català, primer.

En la misma línea, la Generalitat quiere cerrar acuerdos con los principales proveedores para que ofrezcan sus productos en catalán, la que es una de las prioridades del plan. Las otras líneas directrices son facilitar el conocimiento del catalán a toda la población, en especial a jóvenes e inmigrantes, y animar a quienes ya lo conocen para que lo hablen.

Este paquete de medidas no incluye sanciones. En el campo audiovisual, hacia el que éstas se habían dirigido, el fomento del uso del catalán se centra en aumentar el número de copias exhibidas, sobre todo las destinadas al público infantil y las que obtienen mayores recaudaciones. Así, el informe se congratula de que la película Shrek cuente con 23 copias en catalán, cuando el número habitual oscila entre 12 y 14.

Los productos audiovisuales en lengua catalana son "pocos y dispersos", a juicio de Bargalló. Para paliar lo segundo, la Generalitat tiene previsto colocar en las grandes superficies unas estanterías únicas que agrupen todo el material en catalán, un recurso que según Bargalló ya se utiliza en países europeos y Canadá, y que ahorrará esfuerzos a los potenciales compradores: "En Navidad recibimos muchas quejas de gente que quería comprarlos y no los encontraba", razonó.

'Webs' en catalán

Menos de la mitad de las empresas catalanas muestran su web en catalán. Para incrementar el porcentaje, la Generalitat pondrá a disposición de las empresas a partir de diciembre una web de ayuda para diseñar páginas multilingües.

Uno de los frentes en los que luchará con más ardor el Gobierno catalán es la telefonía movil, por su espectacular crecimiento y escasa vinculación al catalán. Bargalló explicó que negociará con los tres operadores que cubren Cataluña (Telefónica, Auna y Vodafone) para que ofrezcan sus servicios por defecto en catalán. También hablará con los principales fabricantes para que el menú esté disponible en catalán. Y alertó de que las cinco oficinas que abrirán serán un buen instrumento para recoger las posibles quejas. "Podremos informar de las empresas telefónicas que ofrecen sus instrucciones en catalán. Después, cada uno es muy libre de decidir".

Bargalló justificó que el plan carezca de objetivos concretos y mesurables. "Sería un error, porque se le daría más importancia al dato que a las actuaciones".

Los objetivos se trazan ya, según confesó el conseller en cap, teniendo en cuenta lo imposible de su cumplimiento absoluto. "Nuestra meta es mejorar constantemente, sabiendo que en su totalidad no se lograrán nunca".