Zapatero firma su primer gran pacto social

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, firmó ayer con los líderes sindicales José María Fidalgo y Cándido Méndez y los representantes de los empresarios José María Cuevas y Jesús Bárcenas su primer gran pacto social. Es un compromiso de legislatura cuyo principal objetivo es reducir la temporalidad en el empleo y que está basado en la mejora de la competitividad y el incremento de la productividad, las dos principales obsesiones del Ejecutivo en materia económica. Además de la reforma del Inem, el mantenimiento del Pacto de Toledo sobre pensiones, la reducción de la siniestralidad y enmarcar la negociación colectiva, los firmantes se proponen respaldar las políticas de fomento de la educación y la formación, la inversión pública, la inmigración y el respeto al medio ambiente.

"El Gobierno va a poner toda la voluntad y los recursos para el diálogo trilateral y bilateral. Con una garantía: avanzaremos únicamente mediante el acuerdo de todos". Con ese compromiso de aplicar reformas mediante el consenso, a apenas tres meses de haber sido investido presidente, Zapatero apostaba por la paz social y ponía ayer punto final a la firma de la declaración con la que el Gobierno, los sindicatos y la patronal abrieron un proceso de diálogo. Ha sido un acuerdo rápido que se guiará por un índice de 13 temas, con el objetivo conjunto de reforzar la competitividad y la productividad, mejorar la calidad del empleo y la cohesión social. Ello permitirá reducir la temporalidad (la más alta de Europa) y abordar políticas activas de empleo.

Fue un acto que rememoraba los grandes pactos sociales firmados en el mismo lugar. El escenario fue el Salón de Columnas del palacio de la Moncloa, en el que el ex presidente José María Aznar también suscribió el pacto de pensiones de 1997 con los mismos interlocutores. Actuaron como testigos el ministro de Trabajo, Jesús Caldera; el equipo de asesores económicos del presidente, que dirige Miguel Sebastián, y los negociadores de la patronal y los sindicatos.

El compromiso firmado ayer es mucho más amplio que el de 1997, aunque todavía menos concreto, pero ya recoge todas las aspiraciones del Gobierno, la patronal y los sindicatos. Deja la puerta abierta a la rebaja de cotizaciones sociales y a la revisión del despido (como pide CEOE), a atajar la contratación temporal, a mejorar la protección social y a revisar las subcontratas (como quieren los sindicatos) y a impulsar la productividad y la competividad (principal objetivo del Gobierno).

Para Zapatero, la firma del ambicioso documento es "un acto de responsabilidad" que todas las partes se han comprometido a desarrollar "en los próximos meses", aunque la tarea se puede prolongar durante toda la legislatura. El presidente cree que en el temario hay "elementos que inciden en millones de ciudadanos y en su calidad de vida". El objetivo destacado por él y en el preámbulo del documento es impulsar la creación de empleo, una meta "irrenunciable para el Gobierno", y que se pretende lograr mediante la generación de más puestos de trabajo, el aumento de la tasa de actividad, la incorporación de más jóvenes, mujeres y discapacitados al mercado laboral, y también de los inmigrantes "con respeto a la legalidad".

Diagnóstico común

De momento hay un diagnóstico común, y así lo reconocieron, además del presidente, los dirigentes de la patronal y los sindicatos, aunque la aplicación de las recetas puede ser más complicada. La propia elaboración del documento suscrito ayer no ha sido fácil y la vía de entendimiento se ha logrado incluyendo todas las propuestas, y comprometiéndose las partes a hablar de todo. La apuesta común es "un modelo de crecimiento económico equilibrado y duradero basado en la mejora de la competitividad de las empresas y en el incremento de la productividad". Así como que "la sociedad española alcance unos mayores niveles de desarrollo económico, de calidad en el empleo, de bienestar social, de cohesión territorial y de sostenibilidad ambiental".

Para el presidente de la patronal CEOE, se trata de un "compromiso singular y novedoso", en su contenido y en su forma, porque establece "objetivos y reglas para esta nueva etapa". José María Cuevas suscribió el documento junto al presidente de la confederación de la pequeña y mediana empresa, Cepyme, Jesús Bárcenas.

El líder de Comisiones Obreras, José María Fidalgo, subrayó la importancia de que todas las partes hayan coincidido en identificar los retos que tiene la economía española, y en apostar por un modelo basado en el "empleo masivo y de calidad". Él cree que el mercado laboral es "un reflejo del aparato productivo", y que hay que mejorar éste. Y propone esta fórmula: "Reforzar la competitividad y la productividad sin menoscabar derechos".

Cándido Méndez sostiene que hay que "reactivar el modelo productivo a través de la inversión pública y privada" y lograr basar el desarrollo productivo con la mejora de la "calidad del empleo y de nuestros productos y servicios". El secretario general de UGT reconocía ayer que puede haber dificultades, pero a la vez mostraba su confianza en que encuentren "un punto de equilibrio entre los objetivos marcados y la preservación de los intereses de los trabajadores y de los empresarios".