La tormenta destrozó el martes los cultivos de Arganda y Campo Real
La tromba de agua obligó a los bomberos a rescatar a 23 escolares
La fuerte tormenta que cayó en la tarde del pasado martes sobre el sureste de la región destrozó, según el Ayuntamiento de Arganda, el 80% de las vides de esta localidad y provocó graves daños en los olivos de la comarca de Campo Real. Además, 23 niños tuvieron que ser rescatados por los bomberos al quedar aislados en un campamento de Arganda. La presidenta regional, Esperanza Aguirre, visitó ayer la zona y prometió ayudas.
Los primeros avisos por la tormenta se recibieron poco antes de las 15.00 del martes y se localizaron preferentemente en la zona sur, en los alrededores de Aranjuez. La tormenta se desplazó posteriormente hacia la zona sureste y los municipios más afectados fueron Alcalá de Henares, Torrejón de Ardoz, Valverde de Alcalá, Loeches, Velilla de San Antonio, Coslada, Villalbilla, Morata de Tajuña, San Fernando de Henares, Campo Real, Villaconejos, Mejorada del Campo, Daganzo y, en general, todas las carreteras de la zona.
El alcalde de Arganda del Rey, Ginés López, ofreció ayer los primeros cálculos de las pérdidas ocasionadas por la tormenta de granizo que asoló la localidad. Se ha perdido casi el 80% de la cosecha de uva. El regidor calificó de "catastrófico" el estado en que quedaron los campos.
Unos 250 agricultores se dedican a este cultivo en la zona, donde existen cerca de 700 hectáreas de viña malvar y tempranillo. El año pasado, la cooperativa produjo 1,2 millones de litros. Según Cipriano Guillén, presidente de los agricultores de Arganda, muchos viticultores "pueden perder toda su cosecha si en un plazo de 10 días no se inician los tratamientos para combatir los destrozos del pedrisco sobre las cepas". Y anunció una fuerte crisis económica en el seno de las cooperativas.
La tormenta provocó numerosos destrozos en árboles, casas y vehículos del municipio. Los sótanos y garajes de varias viviendas del casco urbano quedaron inundados, así como algunos locales comerciales. Además, se produjeron varios cortes de luz y varios árboles derribados tuvieron que ser retirados de la vía pública. Desde el martes, un equipo de 55 personas, 19 vehículos de carga, dos camiones grúa y dos excavadoras trabajan en colaboración con la Policía Local y Protección Civil. Los bomberos tuvieron que rescatar, en un campamento de verano de la localidad, a un grupo de 23 niños que habían quedado aislados por la crecida del agua. Hasta el lugar se desplazó un helicóptero de bomberos junto a dos dotaciones.
El 112 recibió ayer en toda la región más de 400 llamadas. En primer lugar los bomberos se centraron en los rescates de personas que se vieron sorprendidas en sus vehículos en medio de grandes charcos de agua o que se encontraban en viviendas inundadas.
Parques de bomberos
En las diversas labores que se realizaron a lo largo de la tarde y noche trabajaron más de un centenar de bomberos de los parques de Aranjuez, Arganda, Parla, Alcalá de Henares, Coslada y Alcobendas, que fueron reforzados con personal de guardia de otros parques del cuerpo de bomberos de la Comunidad de Madrid.
La fuerte lluvia también afectó gravemente a los juzgados 2 y 3 de Arganda, que tuvieron que suspender las vistas programadas para ayer "por seguridad", debido al ruinoso estado de las instalaciones, agravado por la tormenta de ayer. Sendos juzgados ocupan la planta baja de una casa de construcción antigua, con un sistema de tuberías anticuado y el techo de corcho, por lo que cada vez que llueve se producen humedades. "El techo es de corcho y se forman bolsas de agua", dijo a Efe una de las trabajadoras del juzgado, que aseguró que "con la tormenta no aguantó y se hundió, está todo abierto, se pueden ver las tuberías e incluso se nos han colado ratas".
Por su parte, la presidenta regional, Esperanza Aguirre, se desplazó ayer a Campo Real para ver in situ los graves daños ocasionados por el agua y el granizo. Se comprometió a proveer lo necesario para ayudar a los afectados.
Según explicó la alcaldesa, Concepción Guerra, "prácticamente están afectadas todas las viviendas, bien por inundación, por rotura de persianas y ventanas o porque el vendaval arrancó los tejados de las casas".
El concejal de Agricultura de Campo Real, Julián Barco, declaró que la tormenta "arrasó la vid, el olivo y el cereal" y que las calles que suben a la iglesia de Nuestra Señora del Castillo, en el punto más elevado del municipio, "están cortadas". Esta iglesia, declarada patrimonio artístico, sufrió daños en la cubierta y en la fachada a causa de la granizada. Además, el viento "arrancó las vidrieras de cuajo, como si las hubieran roto desde dentro", añadió el edil.
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