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Reportaje:EL FUTURO DE IRAK

"Vivo en todos los hogares iraquíes"

Sadam se mostró desafiante, indignado y burlón durante su comparecencia ante el juez

La entrada ayer de Sadam Husein en un improvisado juzgado abrió un nuevo capítulo en la historia de Irak. Llegó esposado a Camp Victory, base estadounidense cercana a Bagdad instalada en un antiguo palacio del dictador. Allí se divertía el ex mandatario, allí cazaba y pescaba cuando aún dirigía de manera férrea el país árabe. El antiguo líder iraquí llegó en helicóptero y fue trasladado en un autobús blindado escoltado por cuatro vehículos militares de EE UU y una ambulancia hasta el tribunal que le juzgará. Las esposas, atadas a una cadena que le rodeaba la cintura, le fueron retiradas y cayeron con estrépito sobre el suelo. Entonces fue conducido al interior de la sala por dos guardas de prisiones iraquíes, mientras que otros seis esperaban fuera.

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Con las manos libres, el antiguo presidente usó repetidamente de forma amenazadora su dedo índice contra el juez durante los 45 minutos que duró la vista.

Sadam lucía ayer muy diferente del hombre sumiso y asustado que fue detenido y mostrado al mundo el pasado diciembre.

Uno de los reporteros autorizados a estar en la sala, perteneciente a la televisión qatarí Al Yazira, aseguró que en un primer momento Sadam se negó a contestar cuando se le pidió que confirmara su nombre.

-"¿Es usted Sadam Husein?", le interpeló el juez.

-"Soy Sadam Husein, el presidente de Irak", contestó a la vez que miraba indignado al tribunal.

Pero el juez le preguntó de nuevo refiriéndose al nombre completo del ex líder iraquí:

-"¿Sadam Husein al Majid?".

-"Sadam Husein, el presidente de Irak", contestó por segunda vez y de forma enfática.

Durante el tiempo que duró la vista preliminar se negó a que se refiriesen a él como "el antiguo presidente de Irak".

-"Vivo en todos los hogares iraquíes", respondió Sadam cuando le fue preguntado dónde vivía.

Con bolsas bajo los ojos y demacrado, cuando el juez le preguntó si entendía sus derechos, Sadam usó una vez más su dedo índice y preguntó bajo qué jurisdicción estaba el tribunal. Cuando se le respondió que bajo la ley iraquí, se burló del juez y de sus procedimientos.

-"¿Tiene usted un certificado en leyes?, ¿desde cuándo es usted juez?, ¿antes o después de la ocupación de Irak?", fueron algunas de las cuestiones que lanzó Sadam.

-"Desde los días del régimen previo hasta ahora", replicó el juez, explicando que la Administración estadounidense que hasta hace unos días dirigía el país le requirió que presidiese el juicio. Entonces Sadam irrumpió en risas.

-"¿Está usted juzgándome por orden de las fuerzas invasoras. Bajo qué ley está usted juzgándome?", interrogó Sadam.

-"Le estoy sometiendo a juicio bajo la ley iraquí", sentenció el juez.

-"Entonces usted me va a juzgar bajo una ley que yo mismo promulgue", replicó el ex presidente.

-"Me está usted juzgando bajo una ley que yo mismo aprobé y ratifiqué".

Sadam desafió al juez una vez más respecto a la invasión de Kuwait por Irak en agosto de 1990 cuando le fueron leídos los cargos al decirle:

-"¿Cómo puede usted como iraquí hablar de 'la invasión de Kuwait'. Kuwait es territorio iraquí. No fue una invasión. ¿Cómo puede usted decir eso? Lo hice por la gente de Irak... ¿Cómo puede usted defender a esos perros?", dijo el ex presidente refiriéndose a los kuwaitíes. El juez le recriminó inmediatamente por su lenguaje. Sadam dijo que Kuwait siempre intentó hundir el precio del crudo para convertir a los iraquíes en pobres y a las mujeres de Irak en prostitutas.

Llegado cierto momento, el hoy depuesto presidente miró con una sonrisa burlona a toda la sala y dijo:

-"Esto es un teatro, el verdadero criminal es Bush", pronunció Sadam en un arrebato de ira.

Cuando al final de la vista se pidió a los guardas que sacaran de la sala al ex líder iraquí, uno de ellos pareció dudar. Aparentemente no sabía cómo actuar con el hombre que hasta hace sólo 18 meses era un poderoso tirano que sometió Irak a tres décadas de dictadura.

Sadam Husein se dirige al juez que le leyó los cargos en Camp Victory, una base estadounidense instalada en un antiguo palacio del dictador cercano a Bagdad.
Sadam Husein se dirige al juez que le leyó los cargos en Camp Victory, una base estadounidense instalada en un antiguo palacio del dictador cercano a Bagdad.REUTERS

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