Zapatero descarta cualquier participación de España en el proceso que se vive en Irak
El presidente asegura que su encuentro de siete minutos con Bush fue "cordial y normal"
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, respaldó ayer el acuerdo alcanzado en cumbre de la Alianza Atlántica en Estambul, que garantiza el apoyo a Irak para que recupere su soberanía, la estabilidad y el desarrollo económico. Pero precisó, a continuación, que no tiene la más mínima intención de comprometer a España con una situación "muy difícil" que considera ajena a su política y viciada de origen. "El Gobierno no tiene prevista participación alguna en lo que representa el proceso que se vive en Irak", dijo Zapatero.
Ni siquiera quiso Zapatero precisar si España está dispuesta a formar militares iraquíes en territorio español, tal y como admite la declaración de Estambul. Fuentes gubernamentales indicaron que la opción no se contempla, entre otras razones, porque Irak no lo ha pedido. Lejos de matizar su negativa de principio a un compromiso concreto, el presidente del Gobierno acentuó su distancia: "Mi posición es muy coherente; nosotros no estamos en ese proceso que, desde luego, tiene un problema de origen".
Zapatero sí quiso comentar de el adelanto al día de ayer de la transferencia de soberanía al nuevo Gobierno iraquí prevista en un principio para el miércoles y reconoció que no había tenido noticia alguna de que se daría este paso hasta que lo anunció ayer en la cumbre el presidente de EE UU, George W. Bush. "He reiterado que todo lo que vaya a favor de acelerar la transferencia de soberanía es positivo, más allá de las divergencias que mantengo sobre la dirección de las operaciones militares por las fuerzas presentes en el territorio", dijo.
Zapatero evitó hablar de la supuesta detención del número uno de Al Qaeda en Irak, Abú Musa Al Zarqaui - "al margen de que la noticia no esté confirmada", precisó-. El motivo de esa reserva es la convicción declarada del presidente español de que los medios militares no bastan para vencer al terrorismo. "Mi convicción de cómo se lucha contra el terrorismo es muy profunda; no sólo se lucha con medios militares, y eso requiere reforzar el multilateralismo, fortalecer la ONU y la legalidad internacional", señaló. "Hay que hacer un esfuerzo político", afirmó, y demostrar "más comprensión con situaciones históricas que pueden plantear más dificultades a algunos países para acceder a la democracia".
El presidente dijo no haberse sentido solo al defender esa posición ante los líderes reunidos en Estambul. "Hay opiniones que comparten esa reflexión" y añadió que su mensaje esencial es que "el mundo tiene que avanzar hacia más libertad, más seguridad y más progreso, de la mano de la ONU". "Cualquier política de seguridad tiene que ser entendida por los pueblos".
Bush fue uno de los líderes que, claramente, no compartió esta visión, según reconoció el propio Zapatero. Ambos se saludaron, por fin, con cierto detenimiento antes de que se iniciara la ceremonia de apertura. El presidente encontró a su interlocutor norteamericano "muy espontáneo". Fue Bush, al entrar en la sala, quien se acercó a saludar a la delegación española, que ya se encontraba en su sitio. Zapatero y Bush quedaron en un aparte, cerca del cual merodeaba el ministro de Defensa, José Bono. Departieron con intérpretes durante unos siete minutos.
Irak, Afganistán, el conflicto israelo-palestino, cuya solución urgente exigió Zapatero para contener los extremismos, y la ya comentada lucha antiterrorista fueron los asuntos tratados.
"Hay posiciones discrepantes, especialmente en lo que se refiere a Irak", dijo Zapatero. E insistió en que sus relaciones con Washington son perfectamente normales, pese a todo. "Ha sido un encuentro cordial y de normalidad, como son estas conversaciones entre líderes que se encuentran en un marco como el de la OTAN", dijo.
Afganistán marcó, quizás, un punto de aproximación en ese encuentro, ya que es una de las intervenciones "avaladas por la ONU y compatibles con un orden internacional multilateral" que el Gobierno socialista está dispuestos a apoyar. "Créanme que los grupos parlamentarios van a ser muy relevantes en este procedimiento" de concreción de lo que va a ser la ampliación de la fuerza española en el contexto del Eurocuerpo, afirmó el presidente, aludiendo al debate previsto en las Cortes para el jueves.
Zapatero restó, por último, toda relevancia a su decisión de abandonar la cumbre de la Alianza Atlántica 24 horas antes de su clausura. "No tiene ningún significado. Simplemente tengo un problema de agenda: mañana tenemos un Consejo Europeo y el próximo fin de semana, el Congreso del PSOE, al que tengo que dedicar algún tiempo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Transición democrática
- José Luis Rodríguez Zapatero
- Irak
- Posguerra
- Declaraciones prensa
- Política exterior
- Presidencia Gobierno
- OTAN
- Conferencias internacionales
- Guerra
- Oriente próximo
- Asia
- Gobierno
- Conflictos políticos
- Organizaciones internacionales
- Gente
- Relaciones internacionales
- Conflictos
- Partidos políticos
- España
- Administración Estado
- Relaciones exteriores
- Política
- Administración pública
- Sociedad