El Gobierno francés aprueba un proyecto de ley contra la incitación a la violencia homófoba y sexista
El Gobierno francés aprobó ayer un proyecto de ley que reprime las incitaciones a la discriminación, el odio o la violencia homófoba o sexista, que serán penadas con un año de cárcel y 45.000 euros de multa cuando el Parlamento ratifique el texto. Los autores de injurias homófobas serán perseguidos, pero la injuria sexista ha quedado fuera del proyecto, por una serie de consideraciones jurídicas.
El texto es resultado de los arbitrajes del Gobierno entre las presiones, por un lado, de asociaciones de defensa de los homosexuales y entidades feministas, y del temor de los medios de comunicación a que tales medidas recorten la libertad de prensa.
El ministro del Interior, Dominique de Villepin, ha suspendido por un mes al primer alcalde que ha celebrado una boda homosexual en Francia y advierte a quien se atreva a celebrar la segunda de que se arriesga a la suspensión de un año. Ello no entra directamente en el ámbito de la nueva ley, pero los que se oponen a ésta opinan que su aplicación podría llevar a "secar" el debate sobre grandes temas sociales, como el matrimonio homosexual.
El Gobierno, sin embargo, recuerda las crueles agresiones contra homosexuales de los últimos meses: una pareja apaleada por un grupo de muchachos, o un gay quemado con gasolina.
Tampoco se había pensado en Francia que hubiera necesidad de penalizar las incitaciones a la violencia sexista. Pero las agresiones e intimidaciones a mujeres registradas en los "barrios difíciles" (eufemismo con el que se describe las zonas urbanas donde se mezclan precarias condiciones de vida y un integrismo rampante) llegó al colmo cuando un imán justificó en una revista el principio de lapidación de las mujeres. Fue expulsado de Francia, pero logró regresar a las pocas semanas. Fuentes del Ejecutivo sugieren que habría sido más fácil juzgarle y condenarle, si hubiera estado en vigor la penalización de las incitaciones a la violencia sexista.
La imagen de la mujer en la publicidad es otro tema constante de los grupos feministas, pero el nuevo proyecto de ley no incluye disposiciones al respecto, aunque la ministra de Paridad e Igualdad Profesional, Nicole Ameline, mantiene una activa vigilancia al respecto.
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