El Gobierno iraquí ofrece al líder chií Al Sáder participar en la transición
En otra corrección al rumbo político marcado por Estados Unidos, las nuevas autoridades iraquíes han anunciado la inclusión del clérigo chií rebelde Múqtada al Sáder en la conferencia nacional que va a designar un Parlamento transitorio. "Le hemos enviado una invitación", declaró anteanoche Fuad Maasum, responsable del comité preparatorio de dicha conferencia. El proyecto pretende reunir a 1.000 notables, al estilo de la Loya Jirga afgana, que legitimen el trabajo del Gobierno designado hasta las elecciones de enero de 2005.
La idea de la conferencia nacional partió del ahora dimitido Lajdar Brahimi. En un intento de imbuir de legitimidad un proceso político que descarrilaba bajo la tutela de Washington, el diplomático argelino propuso un Ejecutivo de tecnócratas, que sus miembros no pudieran presentarse a las elecciones y una conferencia de notables que nombrara a los miembros de la Asamblea Nacional transitoria. Así, el Legislativo encargado de controlar al Gobierno durante los siete meses de transición contaría con un amplio respaldo social en ausencia de un voto popular.
Con un Gobierno designado según las lealtades religiosas y tribales, la única recomendación de Brahimi que sobrevivió fue la convocatoria de la asamblea. Desde la disolución del Consejo de Gobierno, la veintena de sus integrantes que no han hallado acomodo en el nuevo Ejecutivo han pasado a formar el núcleo de una Junta Superior para la Preparación de la Conferencia Nacional.
Mil participantes
Esa junta, al frente de la cual se encuentra Maasum, trata ahora de establecer la lista de 1.000 invitados de todas las corrientes políticas, regiones y tribus del país que deben participar en la Conferencia, prevista en principio para finales de julio. Su único cometido será designar a los 100 miembros de la Asamblea Nacional transitoria a la que se hace referencia en la Ley Administrativa Transitoria (especie de Constitución provisional), que va a guiar el país hasta las elecciones generales de enero de 2005.
"Múqtada al Sáder ha empezado a transformar su milicia en una organización política, lo que se considera como un paso positivo y la corriente que dirige está bien implantada en todo el país", justificó Maasun al anunciar la decisión de la junta. El administrador civil norteamericano, Paul Bremer, excluyó del proceso político a Múqtada, sobre quien pende una orden de detención porque EE UU le considera responsable del asesinato de otro clérigo chií y aliado suyo, Abdelmayid al Joi, en abril de 2003.
Poco antes de que se conociera su invitación a la conferencia, Múqtada, que se encuentra parapetado en la ciudad de Nayaf, ordenó a sus milicianos procedentes de otras zonas del país que abandonaran la ciudad santa chií y regresaran a sus lugares de origen. Unos días antes había anunciado su intención de crear un partido político y participar pacíficamente en las elecciones.
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