Solbes aplaza la reforma fiscal de las plusvalías prometida en el programa electoral
El ministro de Economía augura una inflación del 3,4% para los próximos meses
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, dio ayer un paso atrás en la promesa electoral del PSOE sobre una reforma radical en la actual fiscalidad de las plusvalías, que ahora tributan a un tipo único del 15%. Solbes, que dijo que "hacer cambios en tiempos de mudanza no es la mejor de las opciones" y se mostró contrario al "activismo fiscal desmesurado", quiere esperar a que haya una armonización fiscal en la UE. La propuesta del PSOE pretendía dejar un mínimo exento para pequeñas plusvalías y una tributación de forma progresiva según la tarifa general del IRPF para el resto.
Solbes presentó una radiografía de la economía española ante representantes del mundo empresarial y del sector público, durante el foro económico organizado por el diario Cinco Días. Además de hablar de la inflación y de los horarios comerciales, el ministro se refirió a la reforma fiscal que figura en su programa electoral, pero que no piensa abordar de forma inmediata.
En concreto habló del régimen fiscal de las plusvalías (diferencia entre el valor de compra y de venta de un bien), que el PSOE prometió modificar en su programa electoral y que fue uno de los caballos de batalla de los socialistas cuando estaban en la oposición. El PP cambió el régimen anterior (las plusvalías tributaban en el IRPF como una renta más, es decir, al tipo que correspondiera por la suma de otras rentas) en el año 1996, y lo sustituyó por una tributación del 20% en un principio, ahora rebajado hasta el 15%.
El PSOE calificó aquella reforma de injusta por primar las rentas del capital frente a las del trabajo y eliminar la progresividad y la recurrió ante los tribunales. El programa electoral de los pasados comicios recogió esa idea, con el compromiso de liberar las pequeñas plusvalías del pago del IRPF y someter al resto a la tarifa general. El PP no incluyó en su programa promesa alguna al respecto, aunque sí se comprometió a situar el tipo mínimo del IRPF en el 12% (el máximo en el 40%). En las dos reformas fiscales del PP, el tipo mínimo del IRPF es el que se ha aplicado a las plusvalías.
Durante la campaña electoral, tanto José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente del Gobierno, como su asesor económico, Miguel Sebastián, defendieron esta propuesta como señera de la alternativa fiscal socialista. En una intervención ante el Colegio de Economistas durante la campaña, Zapatero dijo que "se mejorará la progresividad de las plusvalías".
Ayer Solbes reconoció que no tiene prisa para aplicar esta promesa. "Hacer cambios en tiempos de mudanza no es la mejor de las opciones", dijo Solbes. Explicó que esta modificación no se puede hacer sin tener en cuenta cómo evoluciona el modelo fiscal en Europa. Se refirió al acuerdo sobre fiscalidad del ahorro con Suiza y explicó que en ese marco habrá una idea "más clara" sobre la fiscalidad del resto de los países europeos. UGT y CC OO, por su parte, criticaron los comentarios de Solbes al considerar que supone un paso atrás respecto al cumplimiento de las reformas fiscales que genera "desconfianza" y "alarma" entre los ciudadanos.
Como parte de su examen de la situación económica del país, Solbes señaló que todos los pronósticos apuntan a que la inflación se plantará cerca del 3,4% en los próximos meses, debido principalmente al alza del precio del petróleo. El ministro aseguró, sin embargo, que habrá una mejora a finales de año y en 2005.
El INE ya adelantó la semana pasada que la inflación se situó el pasado mayo en el 3,4%, frente al 2,7% de abril (el dato se confirmará el próximo viernes). El salto de 0,7 puntos en la tasa interanual es el mayor de los últimos 12 años. La evolución de los alimentos frescos también tiene parte de culpa en ese fuerte avance de los precios, pero Solbes insistió en que el alza del crudo es una de las principales razones.
Sobre el debate de los horarios comerciales, Solbes se mostró a favor de mantener los actuales horarios comerciales, que permiten un mínimo de 12 aperturas en domingo y festivos al año. El ministro rechazó la idea de reducir el número de aperturas a ocho, como ha propuesto formalmente a las comunidades el Ministerio de Industria, ya que considera que el actual sistema funciona "sin crear grandes problemas y no tiene sentido dar marcha atrás".
