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Blair quiere controlar a los pederastas con radares y detectores de mentiras

La medida se extenderá a los maltratadores con orden de alejamiento

El Gobierno británico quiere controlar con radares y detectores de mentiras a los pederastas, una vez que hayan salido de prisión, para evitar que puedan reincidir. La medida, que ha sido apadrinada con cierto escepticismo por el ministro del Interior, David Blunkett, podría acabar extendiéndose a los maltratadores para asegurarse de que no se acerquen a zonas a las que no pueden acceder por decisión judicial.

Si las medidas, que se encuentran en fase de pruebas, dan el resultado previsto, el Gobierno quiere aprobar su puesta en marcha este verano y convertirlas así en uno de los ejes de su programa electoral en materia de orden público para los comicios generales de 2005. El preanuncio de las disposiciones, que se ha hecho público cuando faltan menos de dos semanas para las elecciones locales y europeas, parece tener en sí mismo una dosis electoralista bastante alta y ha provocado una queja oficial del Partido Conservador.

Sin valor judicial

El detector de mentiras, que a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, nunca ha merecido demasiada credibilidad en el Reino Unido, no podrá ser utilizado como prueba en un tribunal, pero a juicio del Gobierno puede ayudar a las autoridades a tomar las medidas más adecuadas a la hora de relajar la supervisión de los condenados por pederastia una vez han abandonado la prisión.

En una visita girada ayer a una comisaría en Sheffield, en el centro de Inglaterra, el ministro Blunkett admitió que existe mucho escepticismo sobre la eficacia del detector de mentiras, porque "todos hemos crecido con aquellas películas de espías en las que el KGB entrenaba a sus agentes para engañar a los detectores". "Nunca se sabe, a lo mejor algún día lo introducen para los políticos", bromeó.

Más eficaz puede ser la utilización de radares conectados a un brazalete que deben llevar permanentemente consigo algunos reos en libertad provisional. Conectados habitualmente a una línea de teléfono fijo que atestigua que el reo no se ha movido de casa, el nuevo modelo va conectado a un teléfono móvil, de manera que la policía puede saber al mismo tiempo dónde está el teléfono y si este se ha separado más de la cuenta del brazalete.

Esta tecnología puede ser muy útil para asegurarse de que el afectado no se acerque a algún lugar del que debe permanecer alejado, como escuelas, un barrio determinado o el domicilio de alguna víctima o persona amenazada. Un sistema que puede aplicarse también con gran eficacia no sólo en casos de pederastia, sino para evitar que el autor de malos tratos o de amenazas de malos tratos se acerque a su víctima potencial.

El sistema puede resultar especialmente útil también para investigar la presencia de un condenado por pederastia en el escenario de un nuevo crimen.

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