El 50% de las farmacias factura al SAS más de 420.000 euros y cinco alcanzan los 2,4 millones
Más de 2.500 licenciados, animados por el alto gasto farmacéutico, aspiran a 182 boticas
Las farmacias no son mal negocio. Un negocio sin competencia descarnada al ser una concesión estatal. Y un negocio creciente debido al envejecimiento de la población y al encarecimiento de los nuevos medicamentos. La prueba es que un 3% de las farmacias de Andalucía facturó en 2003 entre 1,2 y 2,4 millones de euros sólo al servicio Andaluz de Salud (SAS). Un 48% de las farmacias facturó entre 420.000 y 1.200.000 euros. A estas cifras hay que añadir la venta de productos sin receta, que ronda el 25% del total, según varios farmacéuticos consultados. La Junta de Andalucía ha convocado la apertura de 182 nuevas farmacias y ya ha recibido 2.564 solicitudes. La adjudicación será en septiembre.
El gasto farmacéutico en Andalucía en el último año alcanzó los 129.126.274 euros, según datos del Ministerio de Sanidad, un 5,6% más que el año anterior. Este gasto se reparte entre las 3.501 farmacias que hay en Andalucía. El reparto no es homogéneo, como demuestran los datos de facturación del SAS relativos al año 2003. (Ver gráfico).
La facturación de una farmacia varía mucho según la zona en la que se encuentre. Si está frente a un centro de salud o en un barrio popular, la mayoría de sus ventas procederán de la dispensación de recetas con cargo al Sistema Nacional de Salud. Si está en el casco de una gran ciudad, venderá muchos productos de parafarmacia (colonias, biberones, pañales o cremas solares) y especialidades de venta libre (aspirinas y antigripales, entre otros).
El vocal de comunicación del Colegio de Farmacéuticos de Málaga, Leandro Martínez, asegura que lo normal es que el 75% de las ventas se hagan al Estado a través de las recetas. Del total de la facturación, el farmacéutico obtiene el 27% del dinero, de donde hay que descontar personal, local...
La Junta ha convocado el primer concurso público para tener una farmacia de Andalucía. La Consejería de Salud publicó en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía del 9 de marzo el concurso por el que abrirá 182 nuevas farmacias.
2.800 habitantes
Los criterios para colocar las oficinas son: que tiene que haber una farmacia por cada 2.800 habitantes y que la distancia con otra oficina debe ser superior a los 250 metros. La Junta prevé conceder las licencias en septiembre. Los criterios a tener en cuenta son profesionales (años de servicio, expediente académico...). Un farmacéutico sólo puede tener una farmacia. La lista completa de farmacias puede consultarse en el BOJA. El plazo de solicitud ha terminado.
Hasta esta convocatoria, la apertura de farmacias dependía de la astucia de cada uno de los miles de licenciados. "Se trataba de buscar el sitio que reunía las condiciones, por población y por distancia, y solicitar la apertura", señala Martínez.
Una aspirante a una de las plazas asegura que, en la práctica, "sólo la gente muy metida en los colegios de farmacéuticos sabía dónde se podían abrir las farmacias, por lo que iba a hijos, primos y familiares". Esta aspirante, como otras dos consultadas, prefiere no dar su nombre porque actualmente trabaja en una farmacia y no quiere decir que ha solicitado abrir su propia oficina.
Martínez reconoce que el nuevo sistema es más transparente pero asegura que también tiene pegas. "No va a haber ninguna persona joven que consiga una farmacia porque pesan los años de servicio". Quienes no consigan una farmacia podrán comprarla. Si son millonarios o están dispuestos a empeñarse hasta las cejas. Además, El precio de una farmacia de facturación media es fácil que alcance los dos millones de euros. La ley también permite heredarlas.
Pese a la cantidad de licenciados sin farmacia, España es uno de los países de la UE con más farmacias por habitante. En España existe una media de una farmacia por cada 2.100 habitantes. La media de la UE es de 6.000 habitantes por farmacia. Finlandia tiene una farmacia por cada 14.000 habitantes.
Algunos expertos achacan el aumento galopante del gasto farmacéutico al elevado número de farmacias que hay en España. Martínez lo niega: "Quien genera el gasto es el médico, que es el que decide qué medicamento hay que dar, no el farmacéutico".
