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El eje industrial franco-alemán se resiente por la crisis de Alstom

La alemana Siemens planea pleitear por los planes del Gobierno galo

El idilio industrial entre Francia y Alemania, basado en la creación de grandes empresas, se ve sometido a prueba por los planes de saneamiento del consorcio Alstom. Periódicos económicos alemanes informan de los planes del gigante industrial alemán Siemens de presentar una demanda ante los tribunales europeos contra los planes de saneamiento de Alstom que maneja el Gobierno francés.

Siemens está interesada en adquirir partes de Alstom y el Gobierno francés no está dispuesto a consentir que se descuartice dicho consorcio.

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Desde la reciente adquisición del consorcio químico franco alemán Aventis por la francesa Sanofi se han enturbiado las relaciones industriales entre París y Berlín. En Alemania se aceptó a regañadientes la operación y se habló de "nacionalismo económico" y "patriotismo industrial" de los franceses. El Gobierno alemán ocultó a duras penas su irritación. El superministro de Economía y Trabajo, el socialdemócrata Wolfgang Clement (SPD), declaraba con cara de pocos amigos que temía un nuevo caso de intervencionismo estatal con Alstom.

Los hechos parecen darle la razón. En Berlín se esperaba que, como compensación por la operación Sanofi-Aventis, en el caso de Alstom los franceses se mostrasen generosos hacia las pretensiones de Siemens de hacerse con una parte de Alstom.

No parece posible. El Gobierno y los bancos franceses han puesto en marcha un plan para salvar Alstom con subvenciones del orden de 2.300 millones de euros. El superministro francés de Economía y hacienda Nicolas Sarkozy no está dispuesto a trocear Alstom.

Ayer se negaron a confirmarlo, pero Siemens se encuentra al acecho de la evolución de la crisis de Alstom y dispuesta a acudir a los tribunales europeos para oponerse al plan de saneamiento que la dejaría fuera de juego. El Consejo de Vigilancia de Siemens parece haber dado orden a los ejecutivos de hacerse con partes jugosas de Alstom como las grandes turbinas, la tecnología de ferrocarriles y en el sector de energía. Si se llegase a un acuerdo en el campo de la energía se crearía una empresa europea capaz de competir con la estadounidense General Electric.

Para tratar de arreglar todas estas desavenencias está prevista una cumbre industrial franco-alemana para el 1 de junio con participación del canciller Schröder y del ministro alemán de Economía Clement, más sus interlocutores franceses, el primer ministro Jean-Pierre Raffarin y el ministro de Economía Sarkozy. En Paris no han confirmado esta cumbre, pero en Berlín se cuenta con ella y se añade que la presencia del máximo ejecutivo de Siemens Heinrich von Pierer sería "muy bienvenido". Von Pierer es huésped habitual en los viajes al extranjero de Schröder. El portavoz del Gobierno alemán, Bela Anda, respondió ayer a la pregunta de si asistirá a esa cumbre el presidente de Alstom, Partrick Kron, que eso es asunto del Gobierno francés.

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