La Generalitat se resiste a ampliar las garantías para salvar Terra Mítica

La veintena de entidades financieras que participan en el crédito sindicado de 111 millones que permitió cubrir los desfases de inversión en la construcción de Terra Mítica se dividen en dos bandos. Los tenedores de en torno al 40% del capital (Bancaixa, BBVA, CAM y las cajas rurales valencianas) proponen convertir la deuda en acciones de la empresa para reducir el pasivo de Terra Mítica y entrar en el capital para relanzar el parque. El resto exige el retorno de su inversión y pide garantías hipotecarias sobre el 40% del capital pendiente y avales de terceros sobre el 60% restante para renegociar los plazos del crédito y evitar la hipoteca del parque. El acuerdo, o ruptura, se debe consumar esta semana.

Los dos bandos están condenados a encontrarse, tanto si deciden relanzar el parque como si optan por constituir la hipoteca sobre los bienes de Terra Mítica que prevé el crédito sindicado como garantía.

La demanda presentada por Vital Kutxa y Caja Cantabria contra Terra Mítica por el impago del último vencimiento del crédito ha precipitado la situación. El resto de acreedores implicados en el crédito sindicado nunca consentirán que las dos entidades, vasca y cantábrica, sean compensadas al margen de lo copartícipes en el crédito. "Basta con constituir la hipoteca sobre el parque prevista como garantía", comenta una fuente financiera, "o cobramos todos o no cobra ninguno".

El plazo para optar por la constitución de la hipoteca -que sería en la práctica un paso decisivo hacia la suspensión de pagos de Terra Mítica- o para llegar a un acuerdo para reducir la deuda, reequilibrar el balance e intentar relanzar el negocio, vence el viernes.

Un portavoz de una entidad financiera regional sugiere que algunos socios implicados en el crédito "estaban convencidos de que las dos cajas valencianas soltaríamos la pasta por presiones políticas". Caja Cantabria o Vital Kutxa, entre otras, recobrarían su inversión, complicarían la situación de las cajas valencianas y olvidarían el caso. No ha sido el caso. A la postre, todos los que se sientan a negociar son banqueros.

Por la misma razón, una mayoría de los acreedores rechaza rebajar la deuda que reclama, una quita, que se formularía a través de la entrada en el capital de Terra Mítica, la fórmula ideal para reequilibrar el balance del parque.

Lo que se negocia es una ampliación de los plazos o una suavización de los vencimientos para rebajar la presión financiera sobre Terra Mítica. La mayoría de los acreedores aceptaría modificar las condiciones del crédito si dispusiera de garantías hipotecarias que avalaran el 40% del capital pendiente y garantías de terceros sobre el 60% restante.

Las garantías de terceros las puede prestar "una institución, una entidad financiera nacional o extranjera, una empresa", según una fuente financiera. No se menciona expresamente, pero los acreedores quieren que la Generalitat asuma esa responsabilidad.

Un ex alto cargo explica que tal pretensión es muy compleja. "La Generalitat no puede aportar garantías complementarias", explica, "Terra Mítica, como parte de un plan de viabilidad muy definido, podría acudir al Instituto Valenciano de Finanzas a solicitar un aval para una operación determinada, pero el volumen de la operación que se plantea desborda los márgenes habituales del instituto".

Una posibilidad que parece barajar la Generalitat, reside en aportar los terrenos previstos para duplicar la superficie del parque como aportación dineraria en una futura ampliación de capital para reducir la deuda que Terra Mítica tiene con la sociedad pública Parque Temático de Alicante, SA, y contribuir a reequilibrar el balance de la empresa también resulta compleja. Los propietarios primitivos, cuyas fincas rústicas fueron expropiadas para levantar un parque temático que restringe los posibles usos hoteleros o residenciales de una superficie de 750.000 metros cuadrados junto a Terra Mítica, tienen ciertos derechos. Más aún, el mismo ex alto cargo explica que "si la Generalitat pretende, como parece, dar un precio a los terrenos en la ampliación de capital y multiplicar su valor con una recalificación una vez que sean propiedad de Terra Mítica plantea algo que no es posible, eso está tipificado en el Código Penal".

Y el tiempo es oro. Si el viernes no hay acuerdo, se constituirá la hipoteca, una operación mecánica que liga a todos los acreedores y que costará en torno a un millón de euros. Otro.