_
_
_
_

El Ejército israelí destruye cientos de viviendas en Gaza

Dos soldados mueren en combates con radicales palestinos en el campo de refugiados de Rafah

El Ejército israelí empezó ayer a demoler centenares de casas del campo de refugiados de Rafah, al sur de Gaza, para ampliar y fortificar el Corredor Filadelfia, con el que se pretende sellar la frontera con Egipto e impedir el paso de combatientes y armas para los palestinos. Esta operación de demolición, calificada de "catástrofe" por la Autoridad Palestina, provocó ayer la reacción de los grupos radicales, que atacaron un vehículo del Ejército, que patrullaba por la zona, y mataron a otros dos soldados.

Más información
Miles de israelíes exigen la retirada de Gaza y diálogo con los palestinos

Las demoliciones masivas iniciadas ayer permitirán al Ejército israelí ampliar de una manera considerable el Corredor Filadelfia, convirtiendo la pequeña pista de arena en una vía asfaltada, de casi un centenar de metros de ancha y de hasta nueve kilómetros de longitud, que a su vez estará protegida por alambradas, torres de vigías y aparatos de vigilancia electrónica, por la que podrán patrullar con toda comodidad y seguridad las tropas, sin verse acosadas por las milicias palestinas.

De madrugada, un helicóptero de combate israelí disparó varios misiles contra una sede de la Yihad islámica en la ciudad de Gaza y causó al menos cinco heridos.

La creación de este Corredor se inició de manera tímida hace tres años, con el estallido de la Intifada, al constatar Israel que la zona fronteriza venía siendo utilizada habitualmente como paso de los combatientes, que transportaban armas procedentes de Egipto a través de túneles cavados bajo la línea fronteriza. Durante este tiempo, el Ejército ha destruido decenas de casas, dejando sin hogar a centenares de familias refugiadas.

La operación de demolición masiva que se inició ayer afectará ahora a millares de personas, según aseguró un portavoz de la UNRWA, la agencia de Naciones Unidas encargada de la protección y asistencia de los palestinos, quienes coincidieron con la Autoridad Nacional Palestina en calificar la operación como una "catástrofe". El diputado y líder del partido israelí Meretz ha afirmado que se trata de un "crimen de guerra", ya que en su opinión la operación supondrá la destrucción de la mitad del campo de refugiados de Rafah, donde viven más de 100.000 desplazados.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La situación en la franja de Gaza, es decir, la muerte continua de los soldados, de palestinos y las demoliciones masivas de casas, ha empezado a inquietar a la izquierda israelí. Paz Ahora, el gran movimiento pacifista israelí fundado en 1978 por más de 300 oficiales y soldados de la reserva, artífice con los laboristas del proceso de diálogo con los palestinos que culminó en la década de los años 1990 con los Acuerdos de Oslo, se prepara para volver salir a la calle, para reclamar la descolonización y la salida del Ejército de la franja de Gaza.

Los dirigentes de Paz Ahora, apoyados por laboristas y laicos de Meretz, han convocado para mañana por la noche una gran concentración en Tel Aviv, en la plaza de Isaac Rabin, en la que esperan que se reúnan mas de 100.000 personas. Intentan que ello suponga el inicio de una campaña de movilizaciones que culminen con la salida de la franja de Gaza. En la concentración participarán otras organizaciones sociales, entre ellas el Movimiento por los Acuerdos de Ginebra, que encabeza Yossi Beilin, la organización Shuvi, configurada por madres, hermanas o novias de los soldados, y los Tres Padres, que agrupa a los padres que perdieron un hijo en la Intifada.

"El pueblo ha comprendido que no hay otra opción para lograr la seguridad y la paz que volver a salir a la calle", asegura el secretario general de Paz Ahora, Yair Oppenheimer, de 27 años, licenciado en Derecho por la Universidad de Tel Aviv, que desde hace 10 meses se encuentra al frente de la organización. Paz Ahora intenta, además, con esta campaña resucitar de sus cenizas, tras un largo silencio al que se ha visto sometido en los últimos años, como consecuencia de la crisis en la que se encuentra sumida la izquierda israelí, tras el naufragio de los Acuerdos de Oslo.

Una excavadora israelí destruye una vivienda ante tres palestinos, en Rafah.
Una excavadora israelí destruye una vivienda ante tres palestinos, en Rafah.AP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_