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LA POSGUERRA DE IRAK | Las torturas

El Pentágono prohíbe utilizar la privación de sueño en interrogatorios

El Pentágono ha prohibido la utilización de algunos métodos de interrogatorio en Irak, como la privación de sueño, cubrir la cabeza de los detenidos durante horas o posturas corporales humillantes, informaron ayer responsables militares. Los funcionarios del Pentágono, que hablaron bajo la condición del anonimato, señalaron que la aplicación de estas técnicas requería el visto bueno de los máximos mandos militares en Irak, pero insistieron en que a partir de ahora estarán totalmente prohibidas.

Las fuentes dijeron que, en medio del escándalo de las torturas en la prisión de Abu Ghraib, fue el máximo responsable militar en Irak, el general Ricardo Sánchez, quien tomó esta decisión. Un alto responsable del Mando Central estadounidense aclaró que, en cualquier caso, ningún militar recibió la autorización para aplicar las técnicas de interrogatorio que ahora están prohibidas.

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Por otra parte, uno de los policías militares acusados en el escándalo de las torturas en la cárcel de Abu Ghraib de Irak ha aceptado declararse culpable y ha informado detalladamente a los investigadores del caso sobre los malos tratos infligidos por varios guardianes a prisioneros, que fueron humillados y golpeados, en algún caso tan contundentemente que perdieron el conocimiento, informó ayer The Washington Post.

El soldado Jeremy Sivits, uno de los siete policías militares acusados, ha afirmado en una declaración jurada hecha en enero que otros guardianes de la prisión forzaron a varios detenidos a desnudarse, masturbarse y amontonarse unos sobre otros. Sivits dijo a los investigadores que el sargento Ivan Frederik obligó a dos prisioneros a golpearse entre ellos, según la transcripción de su declaración.

En otro punto de su testimonio, Sivits afirma que el soldado Charles Graner colocó un saco sobre la cabeza de un detenido "y le golpeó con una porra en la sien con tanta fuerza que quedó inconsciente". "Me acerqué para ver si el detenido estaba aún vivo, mientras yacía inmóvil con los ojos cerrados durante unos dos minutos antes de reaccionar", precisa la declaración jurada.

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