El Supremo obliga al CSN a hacer públicas sus inspecciones

Una sentencia del Tribunal Supremo obliga al Consejo de Seguridad Nuclear a que facilite las actas de la inspección del escape radiactivo registrado en mayo de 1998, en la factoría de la metalúrgica Acerinox en Cádiz. Reclamadas por la organización Ecologistas en Acción desde hace seis años, las actas tienen, según los jueces, "un especial valor probatorio", aun en los casos en los que la inspección no elabore conclusiones.

El Supremo afirma que "consideradas aisladamente", las actas de los inspectores de cualquier administración pública, "constituyen un auténtico soporte de información con un especial valor probatorio". "No resulta aceptable", según la sentencia, tratar de denegar la información aduciendo que las actas son simplemente un "documento inconcluso", dentro del proceso de inspección, como objetaba el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), remitiéndose a la ley sobre el Acceso a la Información en materia de Medio Ambiente, de 1995.

La información del escape de mayo de 1998 fue solicitada al mes siguiente por Ecologistas en Acción, cuyo portavoz, Francisco Castro, afirmó ayer que los datos del suceso "ya no valen para nada". Castro asegura que en otros casos las actas "son muy importantes porque son objetivas, no están filtradas por los organismos, que actúan con motivaciones políticas". Los ecologistas esperan datos de otras inspecciones (en este caso de emisiones de centrales térmicas), con la esperanza de que la sentencia siente un precedente.

La planta de Acerinox en Cádiz emplea hornos para fundir chatarra. El cesio-137 podía haber estado contenido en chatarra hospitalaria fundida sin que se detectara el elemento contaminante

, según afirmaron entonces fuentes del propio CSN. La nube tóxica emitida llegó a ser detectada en varios países europeos.