_
_
_
_
_
LA POSGUERRA DE IRAK | Las torturas

La soldado England, pesadilla de Bush

El diario 'The Washington Post' publica fotos inéditas de Abu Ghraib y dice tener otras mil

Lynndie England es la imagen de la catástrofe; el símbolo que ha acabado de matar la inocencia en la ocupación estadounidense de Irak. Lynndie, una soldado de 21 años de la 372ª Unidad de Policía Militar, perteneciente a la reserva, de pelo corto y cuerpo menudo, aparece en una foto publicada ayer por primera vez en que sostiene una correa atada al cuello de un iraquí desnudo y tumbado en un pasillo de la cárcel de Abu Ghraib. La foto se tomó en otoño de 2003. England está ahora destinada en Carolina del Norte.

Como otro mazazo sobre la avergonzada sociedad estadounidense cayeron ayer los nuevos testimonios publicados por The Washington Post de los malos tratos de prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, cerca de Bagdad. El diario indicó que maneja más de 1.000 fotografías digitales, entre las que se mezclan las inocentes poses turísticas de soldados ante mezquitas con las pruebas de los abusos y humillaciones: el iraquí con la correa al cuello, los presos amontonados desnudos, el detenido atado a una litera metálica con la cabeza cubierta por unas bragas... Y otras en las que hay soldados que simulan actos sexuales entre ellos, o que se fotografían con un macabro fondo de iraquíes heridos o muertos, aparentemente en batalla, o con una vaca despedazada o un gato sin cabeza. El presidente George W. Bush dijo ayer que las imágenes le ponían "enfermo del estómago" y volvió a lamentar "la humillación de los presos y sus familias".

Más información
Rumsfeld pide disculpas y asume la responsabilidad por las torturas a presos iraquíes
La soldado Lynndie England, protagonista de los abusos en Irak, se declara culpable

La proliferación de las cámaras digitales y la facilidad del envío electrónico de las fotos a familiares o amigos ha hecho que las barbaridades hayan quedado reflejadas para siempre. Estas y otras fotografías pertenecen al informe encargado por el Ejército en enero y finalizado en marzo en el que se concluyó que hubo "numerosos incidentes de abusos sádicos, evidentes y gratuitos". Es evidente que el informe, aun denunciando sin suavizar lo ocurrido, jamás hubiera levantado la oleada de indignación sólo con el texto. Esta vez una foto sí vale por mil palabras.

¿Por qué se tomaron las fotos? Según dos de los abogados de los soldados acusados en la investigación abierta que cita el Post, interesados, obviamente, en desviar la responsabilidad, los mandos de la inteligencia militar a cargo de los interrogatorios de los prisioneros ordenaron a los soldados hacer las fotos para humillar a los detenidos y obligarles, a ellos y a otros, a declarar. Se trata de una de las preguntas pendientes que las autoridades militares deben aún responder, además de otras relacionadas con la presencia de civiles en interrogatorios y en el tratamiento de los prisioneros. El padre de otro soldado implicado en las investigaciones asegura que a su hijo le encargaron que las hiciera y que él cumplió órdenes.

En el mismo diario, amigos y familiares de la soldado Lynndie England -que apareció en las primeras fotos con un cigarrillo en la boca y simulando que disparaba a los genitales de un preso iraquí desnudo- aseguran que las fotos son un montaje y que "Lynn no es así". Su padre añade que Lynn trabajaba en la burocracia carcelaria, tomando huellas y llenando fichas, y que unos soldados le pidieron que posara para las fotos. La soldado le ha dicho a su madre: "Estaba en el peor sitio y en el momento inoportuno".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_