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La investigación policial abierta a raíz de los atentados del 11-M apuntó desde las primeras horas hacia la pista islámica, a juzgar por el sumario que se instruye en la Audiencia Nacional. Ángel mantuvo durante 48 horas que la principal línea de investigación apuntaba a ETA.
Cándido Conde-Pumpido y Eduardo Fungairiño / RICARDO GUTIÉRREZ
El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, anunció ayer la creación de un grupo de seis fiscales especializados en terrorismo islamista en la fiscalía de la Audiencia Nacional, el triple de los dedicados actualmente a esta actividad. La creación de este grupo en el seno de la jurisdicción antiterrorista se produce en un momento de gran polémica sobre la imprevisión política que pudo estar en el origen de los atentados del 11-M.
Habrá comisión parlamentaria pública, y no secreta, sobre los atentados del 11-M en Madrid. Ésta es la decisión que ya ha tomado la dirección del Grupo Socialista. No sólo porque sabe que otros grupos, como Izquierda Verde y ERC, la pedirán.
La práctica del islam carece de controles en España. El Gobierno no dispone de ningún registro de mezquitas o de imames para empezar a trabajar en la vigilancia de sermones que inciten a la violencia, según ha declarado a EL PAÍS un portavoz del Ministerio de Justicia.
Jueces y fiscales de la Audiencia Nacional que tramitan casos de terrorismo islamista manifiestan su malestar por la escasa colaboración del Departamento de Justicia norteamericano en el esclarecimiento de las tramas de Al Qaeda descubiertas en España y cuyos miembros tienen vínculos con personas detenidas en EE UU.
El Rey vuelve a la base de Araca (Vitoria) después de 17 años y agradece su sacrificio a los militares destinados en el País Vasco
Si alguien pensaba que la llegada del socialista José Luis Rodríguez Zapatero al Gobierno de España podía afectar negativamente a las relaciones con Portugal, donde gobierna el centro-derecha liderado por José Manuel Durão Barroso, era en vano.
Aunque parezca mentira, el Palacio Real de Madrid no tenía espacio suficiente para albergar en sus salones a los 1.400 invitados que asistirán al almuerzo tras la boda del Príncipe de Asturias con Letizia Ortiz. Se podrían haber acondicionado diferentes dependencias del palacio para convertirlas en pequeños comedores, pero finalmente se ha optado por convertir el Patio del Príncipe en un gran salón de 2.500 metros cuadrados.
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