Telefónica pierde la batalla por Embratel

Telefónica ha perdido la batalla que mantenía con el empresario mexicano Carlos Slim por Embratel, la mayor operadora de larga distancia de Brasil. El juez que tramita la quiebra de MCI (WorldCom) ha autorizado la compra por Telmex, propiedad de Slim, del 51,7% de las acciones de control que poseía la operadora estadounidense en Embratel por 400 millones de dólares (328 millones de euros).

No obstante, la intervención de Telefónica ha obligado a Slim a elevar su oferta inicial. Calais, el consorcio integrado por la multinacional española y sus socios brasileños Telemar, Brasil Telecom y Geodex, mejoró hasta tres veces su oferta por Embratel. La última puja se elevaba a 550 millones de dólares, de los que 470 millones estaban garantizados independientemente de la decisión que adoptaran las autoridades regulatorias brasileñas.

Al final, el juez estadounidense ha aceptado los argumentos de MCI, en suspensión de pagos desde junio de 2002, que prefirió la menor oferta de Slim, aduciendo que una venta a Telefónica corría el riesgo de no ser autorizada por las autoridades regulatorias, dada la fuerte presencia de los socios de Calais en el mercado de la telefonía fija brasileña.

Pero Telefónica sigue estudiando otras oportunidades de hacer caja. El grupo ha dado ya los primeros pasos para vender Lycos, el portal estadounidense que adquirió en mayo de 2000 por 12.500 millones de dólares. La operadora, que ha encargado informes tanto internos como a bancos de negocios para que valoren Lycos, estaría dispuesta a deshacerse del portal por 200 millones de dólares.

Aunque en fuentes del grupo se declinó hacer cualquier tipo de comentario, Telefónica considera que, una vez integrada Terra como división de Internet de la compañía y abandonados los planes de convertirla en rival de Yahoo o de Microsoft, mantener Lycos no tiene ningún sentido.

Según el portal CNET, especializado en Internet, Terra Network ya ha encargado a Lehman Brothers que estudie las posibilidades de venta, con un precio mínimo de salida de 200 millones de dólares, 60 veces menos que lo que pagó en su día Telefónica, aunque mayor que su valor actual reflejado en libros, que no supera los 80 millones de dólares.

Pese a esa diferencia de precio, los analistas defienden la operación basándose en otras similares que se han realizado con fuertes pérdidas, como la venta de Excite.com por 10 millones de dólares frente a los 6.700 millones que se pagaron en 1999. Además, todo lo que se obtenga de la venta de Lycos se contabilizaría como plusvalía, puesto que en 2002 se provisionaron totalmente las pérdidas. Lycos tuvo unos números rojos en 2003 de 24 millones de dólares y su importancia en el grupo es decreciente, puesto que en el último año ha pasado de representar desde el 37% al 23% de los ingresos totales de Terra.

Por otra parte, Accter.com, asociación de accionistas minoritarios de Terra, denunció ayer al presidente de Telefónica, César Alierta, ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores por supuestas prácticas que vulneran las Normas de buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas.