El optimismo de Alierta sobre Telefónica, interrumpido por protestas sindicales en la junta

Representantes de sindicatos minoritarios de Telefónica han acompañado con abucheos y gritos de "dimisión" el discurso del presidente de Telefónica, César Alierta, ante la junta de accionistas, que, un año más, se ha visto marcada por las manifestaciones.

Para Alierta, sin embargo, es motivo de optimismo que Telefónica presente uno de los balances más sólidos de todo el sector, con 100 millones de clientes, un flujo de caja de 8.875 millones de euros, y un beneficio neto de 2.204 millones que, excluyendo extraordinarios, amortización de fondo de comercio y el impacto del peso argentino, supone un crecimiento del 30% sobre el año anterior.

Hacia la mitad del discurso, Cesar Alierta se refirió al plan de regulación de empleo que Telefónica de España aprobó en 2003 y, entonces, un grupo de trabajadores de sindicatos minoritarios de Telefónica comenzaron a abuchearle y a gritar "Alierta dimisión" y "es mentira". Gritos que no cesaron hasta que comenzó el turno de intervención de los accionistas.

Éstos no lograron escuchar la intervención del máximo ejecutivo de Telefónica, por lo que muchos abandonaron la sala donde en ese momento reiteraba los objetivos de crecimiento para 2004 que la compañía adelantó a finales de febrero. "El objetivo de la empresa es alcanzar un incremento de los ingresos y del Ebitda de entre el 7 y el 10% y un aumento del Ebit de entre el 15 y 18%", reafirmó su presidente, quien agregó que la inversión podría subir este año hasta un máximo del 3%.

Alierta también aseguró que el grupo de telecomunicaciones y su filial Terra seguirán impulsando el acuerdo estratégico que mantienen y admitió que la compañía de Internet estudia diversas opciones para la venta de Lycos, sin entrar al detalle y refiriéndose únicamente al hecho relevante enviado ayer por la filial Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).