España movilizará su diplomacia para lograr un acuerdo sobre el Sáhara que "satisfaga a todos"

La posición del Gobierno del PSOE sobre el Sáhara es básicamente la misma que la del precedente: España solamente aceptará un acuerdo entre las partes para solucionar el conflicto. Pero Marruecos aprecia un espíritu nuevo en los llamamientos al diálogo de José Luis Rodríguez Zapatero, que ayer se comprometió a movilizar a la diplomacia española para lograr un consenso que considera posible y sobre el que se mostró esperanzado. El presidente no mencionó, por otra parte, la palabra autodeterminación ni expresó apoyo al plan Baker, que la propone. "El Gobierno de España entiende que la solución es el acuerdo de todas las partes, ése es el camino", dijo Rodríguez Zapatero.

"Los derechos de todos pueden verse satisfechos, se puede llegar a un punto de equilibrio. Voy a hacer que la diplomacia española se emplee a fondo para que eso se logre y se abra el diálogo entre todas las partes que tienen relevancia y, por supuesto, con Marruecos", dijo Zapatero.

Esta declaración, tan neutra, fue acogida con satisfacción por el ministro marroquí de Exteriores, Mohamed Benaissa, que en el pasado ha tensado las relaciones con España en función de lo que estaba ocurriendo en torno al Sáhara en el marco de la ONU: "Creo que el presidente ha sido muy claro, que tenemos que llegar a un acuerdo negociado entre las partes, pero se necesita tiempo y un esfuerzo diplomático. Nosotros hemos dicho que estamos dispuesto a dialogar sobre todo, pero teniendo en cuenta que sobre la soberanía y la integridad territorial no podemos negociar".

"Estatuto avanzado"

Además de apreciar las promesas españolas de apoyo en la Unión Europea para que Marruecos "logre un Estatuto avanzado", superior al de Estado asociado que hoy tiene, Benaissa agradeció que, cuando se le preguntó si apoyaba la última versión del plan de Baker que propone la autodeterminación del Sáhara tras un periodo de autonomía integrada en Marruecos, Zapatero respondiera: "Estoy a favor del plan que concrete el acuerdo de todos. Lo mejor en una negociación es no tener posiciones de principio irrenunciables. Hay que dar tiempo a la diplomacia, y el diálogo diplomático no es precisamente público".

La ONU ha requerido a Marruecos para que dialogue con el independentista saharaui Frente Polisario a fin de llegar a un acuerdo en torno al plan de Baker, que desde hace casi dos décadas actúa como enviado especial del secretario general de Naciones Unidas para este conflicto. Pero Rabat se niega, porque no está dispuesto a renunciar en ningún caso a la soberanía que se atribuye sobre un territorio que ocupó incluso antes de ser descolonizado por los españoles.

El diario izquierdista Al Bayane daba ayer una clave del aparente optimismo marroquí en relación con este asunto, cuando decía que "la llegada al poder de José Luis Rodríguez Zapatero en España y la reelección triunfal de Abdelacid Buteflika en Argelia, sobre un fondo de neutralidad del poder militar, abren perspectivas reales para un diálogo triangular libre de golpes bajos y de maquinaciones de baja estofa".

Las autoridades marroquíes siempre han presentado al Polisario como un mero instrumento del Ejército argelino. "Es de esperar que España deje definitivamente de jugar a Argelia contra Marruecos", añade el citado diario.