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China anuncia la primera muerte por SARS desde julio pasado

El brote surgió en un laboratorio de virología de Pekín

El Gobierno chino reconoció ayer la primera muerte causada por SARS (siglas en inglés de síndrome respiratorio agudo y grave) desde julio pasado. También admitió tres casos de enfermos. La fallecida, que la OMS considera aún como un caso sospechoso, corresponde a una mujer de la provincia de Anhui, que murió tras haber estado cuidando de su hija, una estudiante de medicina de 26 años, que padece neumonía atípica. El brote ha surgido supuestamente en un laboratorio de virología.

La madre fue hospitalizada con fiebre y un virus de neumonía no identificado el día 8, según el Ministerio de Sanidad chino: "Once días después, su condición empeoró y murió".

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Junto a la hija de la fallecida, el segundo paciente es una enfermera de 20 años, Li Na, del hospital Jiatong de Pekín. Su caso es el primero registrado en la capital desde que la epidemia barrió el país hace un año. El hospital Jiatong es el mismo donde ingresó la estudiante de medicina en marzo, una semana antes de que Li desarrollara los primeros síntomas. Aparentemente, la estudiante, ahora hospitalizada en Anhui, se infectó mientras trabajaba temporalmente en un laboratorio de virología del Centro de Control de Enfermedades en Pekín. El tercer caso, un hombre de 31 años, investigaba en el mismo laboratorio, que ha sido cerrado. Más de 300 personas que tuvieron contacto con la viróloga y la enfermera están en observación. China ha restaurado los controles de temperatura en las fronteras para evitar la posible expansión del virus.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) mantuvo ayer los cuatro casos como sospechosos, y dijo que ha pedido "más información". En España, el Ministerio de Sanidad señaló que está operativo un protocolo de vigilancia aprobado por la Comisión Interministerial de Vigilancia del SARS, y que por ahora no se cree necesaria otra medida.

Atención a una paciente sospechosa de haber contraído el SARS, en el hospital Ditan de Pekín.
Atención a una paciente sospechosa de haber contraído el SARS, en el hospital Ditan de Pekín.REUTERS

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