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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La mística de la lucha

J. Ernesto Ayala-Dip

Bartolomé Bennassar, hispanista francés, ha escrito, además de reconocidos textos sobre el Siglo de Oro español y una autorizada biografía de Juan de Austria, libros de ficción. Todas las Colombias dibuja una de las muchas posibilidades de acercarse al probablemente más sangrante conflicto histórico-político de América Latina. Sangrante por sus secuelas humanas y éticas, y por la fatal percepción de que su solución apenas ofrece, cuando mucho, remotas esperanzas. En Colombia, desde la década de los cincuenta, una parte importante de la producción literaria intenta mil argumentos, personajes, tramas y géneros, todo ello con el afán de visualizar su tragedia política, su enquistada violencia cotidiana. Bartolomé Bennassar se suma, desde su relación afectiva con Colombia, y desde su experiencia para analizar o representar escenarios históricos y políticos de países que no son el suyo, pero que los estudia y los comprende como si lo fueran.

TODAS LAS COLOMBIAS

BARTOLOMÉ BENNASSAR

TRADUCCIÓN DE MANUELSERRAT CRESPO

MARTÍNEZ ROCA. BARCELONA, 2004

284 PÁGINAS. 18 EUROS

Más información
"En Colombia se peca por exceso de valor"

Todas las Colombias no es una novela histórica, como la colección donde se publica, ni de aventuras como reza la portada. No lo es en la misma medida en que tampoco lo son La condición humana, de André Malraux, ni ninguna de las novelas de ideas y de trasfondo político de Graham Greene. No voy a enumerar las diferencias de estos dos autores con Bennassar, pero para que el lector se haga una idea de la novela que les recomiendo, los tres trabajan con materiales históricos y morales (la libertad humana y la acción individual) de compleja trabazón, difíciles de descifrar y aún más difíciles de juzgar con ecuanimidad.

Con inteligente decisión,

Bartolomé Bennassar no construye su novela sobre la Colombia de nuestros días. El país suramericano que el autor francés aborda es el país convulso, heredero de una historia turbulenta común a todos los del área, pero entregado, entonces, a una lucha fratricida que aceptaba cierto barniz emancipador de los terratenientes y la influencia americana y, sobre todo, un país en donde las posiciones ideológicas todavía no estaban pervertidas por la irrupción de esa ecuación que forman las mafias de la droga y el terrorismo más indiscriminado y absurdo hasta hacerlos absolutamente intercambiables. Los tres personajes que Bennassar crea, un médico español, un combatiente colombiano y un agente norteamericano, grafican con convincente factura artística una era, la década de los sesenta, acorde con una cierta y justificable mística de la revolución. Bennassar parece decirnos en su novela que ahora ningún imaginario aceptaría una mística del terrorismo. Ni el de Estado ni el seudoliberador.

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