Las asociaciones agrarias exigen retrasar a 2007 las reformas del aceite, el algodón y el tabaco
La UE decide esta semana cambios en las ayudas que afectan a 270.000 familias andaluzas
Los ministros de Agricultura de la UE deciden esta semana en Luxemburgo si aceptan las propuestas de la Comisión Europea para reformar el sistema de ayudas al aceite de oliva, el algodón y el tabaco, tres cultivos mediterráneos con una importancia decisiva en el campo andaluz. Los representantes regionales de las principales asociaciones agrarias exigen a la nueva ministra de Agricultura, Elena Espinosa (PSOE), que logre fórmulas para que cada Estado pueda adaptar el nuevo sistema que quiere aplicar Bruselas, basado en pagos desligados de la producción real, y evitar así pérdidas de renta. Asaja, UPA y COAG abogan además porque los acuerdos no empiecen a aplicarse hasta 2007, sobre todo en algodón y tabaco.
El Consejo de Ministros de Agricultura de la UE, afrontará los días 21 y 22 cómo aplicar en los cultivos mediterráneos la nueva receta de apoyo económico que la Comisión Europea quiere imponer en la agricultura, siguiendo la línea marcada por la Organización Mundial de Comercio (OMC): pagos "desacoplados", es decir desvinculados de las cosechas reales (como estaban hasta ahora) para evitar la sobreproducción y que las ayudas públicas desvirtuen la competencia.
"El primer gol ya nos lo colaron al tener que negociar las tres reformas al mismo tiempo", sentencia Ricardo Serra, presidente de Asaja, quien como los representantes del resto de asociaciones agraria se mostró crítico con cómo llevó las negociaciones el anterior ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete (PP). "Eso no quiere decir que el nuevo Gobierno pueda lavarse las manos de lo que pase, hay que luchar hasta el último día", advierte Serra. El consejero de Agricultura en funciones, Paulino Plata, quien se reunió esta semana con la nueva ministra para discutir el planteamiento que se defenderá en Bruselas, cree también que la coincidencia de reformas puede dificultar la negociación. "Si no hay acuerdo en las tres, es posible que no salga ninguna", indica "aunque ese es un aspecto técnico que tendrá que discutirse en el propio Consejo".
La falta de acuerdo no sería una buena noticia para el campo andaluz, pese a que las propuestas de Bruselas no gustan a nadie: en unas pocas semanas tendrá lugar la incorporación de varios países de la Europa del Este a la UE, poco interesados en financiar cultivos mediterráneos.
La más acuciante de las reformas es la del aceite, ya que su Organización Común de Mercado (OCM) ya se prorrogó una vez y el actual régimen, que data de 1998, tenía carácter transitorio. En el actual sistema, la UE destina 1.005 millones de euros al olivar español (833 a 250.000 andaluces) mediante un sistema de ayuda a la producción real (1,3 euros por kilogramo), en el que se penaliza esa ayuda cuando se sobrepasa las 760.000 toneladas anuales. El régimen se estableció para comprobar la producción real de cada país (España, Italia, Grecia, Francia y Portugal). En estos años, España ha sobrepasado su cuota en un 23% de media anual, mientras Italia y Grecia lo hacía en un 11% y Francia y Portugal se quedaron por debajo del límite.
"Hay que hacer valer el periodo transitorio", indica Agustín Rodríguez, secretario regional de UPA. "Tiene que haber un reequilibrio entre las cuotas de cada país", coincide Miguel López, máximo representante de COAG. Tanto las asociaciones agrarias como la Junta creen posible un incremento presupuestario de entre 100 y 200 millones de euros anuales.
La propuesta de Bruselas es que el 60% de la ayuda al aceite se pague en función de la producción de las últimas tres campañas y el resto lo adjudiquen los Estados por criterios medioambientales, de baja producción y de importancia económica en cada comarca.
Flexibilidad
Las asociaciones agrarias y la Junta quieren que Bruselas deje a los Estados "flexibilidad" para establecer esos porcentajes. Luego, todas las asociaciones exigirían al Gobierno que vigile que no haya "trasvases de recursos" entre las comunidades autónomas.
La reforma del aceite está planteada para empezar a aplicarse en 2006, aunque las asociaciones agrarias piden atrasarla un año más. Una petición que torna en exigencia en el caso del algodón (10.000 agricultores andaluces) y el tabaco (1.600 en Granada). Los algodoneros reciben casi 200 millones de euros en ayudas que a diferencia de los olivareros constituye la mayor parte de sus ingresos (70% frente a 30%). Si se desacopla la ayuda (sin vincularla a producción real), la mayor parte de ellos estará incentivado para abandonar el cultivo, lo que dejará sin actividad a 23 desmotadoras y una importante industria auxiliar. "Si eso pasa, debemos recurrir al Tribunal Europeo", sostienen Serra y López.
En el tabaco, la propuesta es dejar sin ayuda a las explotaciones que produzcan más de 10 toneladas. Hay varios países en contra de la reforma, lo que augura una minoría de bloqueo, pero ese planteamiento podría afectar a los otros dos cultivos.
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