Un acuerdo con energía

El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, ha firmado esta semana el decreto que dispone la venta de gas a la Argentina por un periodo de seis meses para limitar en parte la creciente crisis energética en este país. Bolivia puso condiciones a la venta, como que parte del gas vaya a Uruguay y prohibiendo que se revenda a Chile.

Según lo pactado, Bolivia enviará un máximo de cuatro millones diarios de metros cúbicos de gas natural a la Argentina, donde la escasez de gas amenaza con provocar cortes de energía durante los meses invernales, ya que las generadoras se quedan sin el combustible que usan en sus plantas. Esta semana, Argentina cortó el suministro a los grandes usuarios de gas. "Esta es la primera vez desde mediados de los años noventa que Argentina importará gas, lo que demuestra que el país no es autosuficiente", señala Jorge Lapena, que fue secretario de Energía entre 1986 y 1988, y ahora es consultor energético.

Bolivia enviará, según el acuerdo firmado, un máximo de cuatro millones diarios de metros cúbicos de gas natural a Argentina

Los suministros de gas natural en Argentina no se han expandido para satisfacer la creciente demanda luego de que el congelamiento de los precios, impuesto tras el impago de deuda del Gobierno en 2001, hizo que compañías como Repsol y Total, con sede en París, redujeran sus inversiones. El consumo aumentó el año pasado porque la producción industrial argentina creció un 16%, el mayor incremento en diez años.

La economía argentina creció un 8,7% el año pasado después de contraerse un 11% en 2002. En enero, los productores de electricidad compraron un 44% más gas que en el mismo mes en 2003.

Argentina está reduciendo el suministro de gas para los 35 mayores usuarios del país en siete millones de metros cúbicos diarios, y los cuatro millones de metros cúbicos de Bolivia ayudarán a mitigar esa escasez.

"La relevancia de las importaciones es mínima si uno considera que, en los meses de invierno, Argentina consume unos 120 millones de metros cúbicos diarios", señala Lapena, quien también asegura que los gasoductos del norte de Argentina ya están operando cerca de su capacidad, y que es posible que no puedan absorber cuatro millones diarios de metros cúbicos adicionales.

El 18 de julio el Gobierno boliviano realizará un referéndum sobre la política energética del país. Una aprobación nacional a estos planes permitiría a Bolivia firmar un acuerdo a largo plazo con Argentina.