Canadá autoriza la caza de 350.000 focas en la mayor matanza desde hace 25 años
La mayoría de los animales serán sacrificados en tan sólo 36 horas a tiros y palos
Este año, hasta 350.000 focas serán sacrificadas en Canadá -con permiso gubernamental- para que sus pieles sean vendidas en países como Polonia, Rusia y Ucrania, donde hay una fuerte demanda. Será la mayor cacería de focas en 25 años. La veda se ha levantado, pese a algunas capturas preliminares, con una matanza intensiva de 36 horas que desde ayer se desarrolla en Terranova. Canadá ha prohibido la caza de crías de piel blanca -de menos de 12 días- y ha tomado medidas para controlar la población de focas y la forma en que se efectúan estas nuevas matanzas.
En la zona de Terranova, al noreste de Canadá, comenzó ayer -tras batidas preliminares en 2003-, la mayor cacería de focas en el último cuarto de siglo. Una matanza intensiva, durante casi dos días, en la que participan 2.500 cazadores y 150 barcos de arrastre, sirvió de apertura de una temporada en la que la cuota de capturas para un periodo de tres años es de unos 975.000 ejemplares. En concreto, en 2004 se podrán exterminar 350.000 focas, lo que supone un incremento de 100.000 ejemplares respecto a los últimos años.
La población de foca de Groenlandia es de unos 5,2 millones de ejemplares y se ha triplicado desde los años setenta. A este hecho se une un aumento de la demanda de piel de foca y otros derivados de este animal en países del Este de Europa, como Polonia, Rusia y Ucrania, además de China.
El Gobierno, los pescadores y los miembros de la Asociación Canadiense de Cazadores de Focas, justifican además el aumento de la cuota por el descenso en las capturas de bacalao, dado que una foca adulta se come al año cerca de una tonelada de fauna marina. En Terranova, la industria centrada en la foca reporta unos 25 millones de euros al año, y de ella dependen 5.000 cazadores del total de 12.000 que existen en Canadá.
La responsable del área de océanos de Greenpeace-España, María José Caballero, afirma que "el bacalao no desaparece porque se lo coman las focas, sino por la sobreexplotación a la que ha sido sometido durante años". Según Caballero, "si las focas se siguen reproduciendo es porque hay alimento. Focas y bacalao han coexistido durante milenios", añade Caballero, para quien se está focalizando un problema "causado por humanos en una especie animal". Esta organización ecologista no se ha sumado en esta ocasión a ninguna campaña específica de protesta contra la cacería.
Una muerte "humana"
El Gobierno canadiense mantiene que las focas, a diferencia de los años setenta, reciben ahora una muerte "rápida y humana". La legislación canadiense prohíbe que se cace a crías de foca de menos de 12 días (cuando todavía tienen el pelaje blanco y no se pueden valer por sí mismas). La muerte a palos está restringida sólo a lugares donde es una forma tradicional de caza. En el 90% de los casos, según datos oficiales, los cazadores usan escopetas para abatir las presas. Para ser cazador de focas es imprescindible pasar un periodo de formación de dos años, junto a profesionales. Además, es obligatorio realizar pruebas neurológicas sencillas a cada animal para comprobar que está muerto antes de proceder a despellejarlo y sangrarlo.
Los ecologistas aseguran en cambio que esta legislación no se está cumpliendo. "Hemos presenciado cómo despellejaban a focas vivas justo delante de nosotros", afirmó la semana pasada Rebecca Aldworth, de la organización ecologista International Fund for Animal Welfare (IFAW).
La foca de Groenlandia llega desde el norte a esta zona de Canadá a finales del invierno para parir. Los cazadores deben esperar un mínimo de tres semanas, cuando las crías ya tienen un pelaje plateado y dejan de ser amamantadas, para poder capturarlas. Pero no sólo exterminan crías. También se puede matar ejemplares adultos, siempre que no estén embarazados o criando cachorros. Además de focas de Groenlandia, en Canadá se capturan, en mucha menor cantidad, focas grises y focas de casco.
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