Detenido en Francia el 'número dos' de ETA

Doble golpe a la cúpula de ETA. La policía francesa capturó ayer por la mañana en Saint-Paul-les-Dax, en la región de Las Landas, al presunto jefe del aparato logístico de la banda, Félix Ignacio Esparza Luri, de 41 años, a quien se le atribuye la participación en siete asesinatos y un secuestro. La operación se realizó en colaboración con la Guardia Civil. El ministro del Interior en funciones, Ángel Acebes, aseguró que Esparza "formaba parte de la dirección de ETA". Está acusado de proporcionar armamento y documentación a los comandos. Horas más tarde caían cerca de Angouleme Félix Alberto López de la Calle, Mobutu, y su compañera Mercedes Chivite Berango. Fuentes de la lucha antiterrorista sitúan a Mobutu como el número dos de ETA.

Agentes de la policía francesa apresaron a Esparza Luri cuando estaba abriendo la puerta del garaje donde guardaba su automóvil. Llevaba de la mano a su hija, de dos años y medio de edad. Acebes detalló más tarde que el detenido portaba documentación falsa e iba armado con una pistola Bereta del calibre 9 milímetros parabellum.

Durante la noche anterior, los gendarmes establecieron un dispositivo de vigilancia en un edificio de pisos, situado en las afueras de Dax, en el suroeste francés, donde estaba alojado el dirigente terrorista. La operación se practicó en colaboración con los servicios de información de la Guardia Civil.

Tras su detención, Esparza fue conducido en primer lugar a su domicilio para realizar un registro en presencia de policías franceses y españoles. Los agentes se incautaron de un ordenador personal, 20.000 euros, algunos componentes para fabricar bombas y publicaciones de ETA.

Esparza Luri, nacido en 1963 en Pamplona, es un histórico miembro de ETA que ingresó en 1981 como integrante del comando Barazta, al que el Ministerio del Interior le atribuye la colocación de explosivos en instalaciones eléctricas y tres coches-bomba contra agentes del Cuerpo Nacional de Policía en Navarra. En su ficha policial consta que en 1982 huyó de su domicilio para formar parte del comando Vizcaya. Hasta 1989, antes de fugarse a Centroamérica, su actividad criminal le llevó a participar en siete asesinatos y en el secuestro, en 1987, del industrial Andrés Gutiérrez Blanco.

La captura de Esparza, Navarro y Gaba, representa otro importante revés para la dirección etarra. La policía le acusa de ser el jefe de la red logística que pone a disposición de los comandos el armamento, explosivos, dinero y documentación para perpetrar sus atentados. Además de estas funciones, a raíz de la caída de otros significativos miembros de la dirección de la banda, también se había responsabilizado de coordinar algunas operaciones militares.

Las fuerzas de seguridad comenzaron a buscar el rastro de Esparza después de que su nombre apareciera en la documentación incautada al ex jefe de los comandos de ETA Ibon Fernández Guridi, Susper, detenido en Mont de Marsan en diciembre pasado. En esos papeles, Esparza figuraba con el alias Ana y al frente de la logística.

El etarra alquiló la vivienda donde fue detenido haciéndose pasar por un miembro de los servicios de información de la Guardia Civil. Incluso llegó a advertir a sus vecinos de que no se extrañaran si observaban que su piso era frecuentado por otras personas, según fuentes de la investigación.

Acebes destacó la "importancia" de esta operación, puesto que el detenido "formaba parte de la dirección de ETA" y se encargaba de la "coordinación logística-operativa" de la banda, y agradeció la actuación policial al nuevo ministro del Interior francés, Dominique De Villepin.

A raíz de esta captura, la policía detuvo a última hora de la tarde, en las cercanías de la ciudad de Angouleme, a Félix Alberto López de Lacalle, Mobutu, considerado por fuentes de la lucha antiterrorista como el número dos de ETA -como número uno sitúan a Mikel Albisu, Antza-. Se le atribuye ser el coordinador de buena parte de los aparatos en los que está dividida ETA (político, militar, logística, internacional, finanzas...). Junto a él fue arrestada su compañera sentimental, Mercedes Chivite Berango, antigua miembro del comando Madrid. Les fue intervenida abundante documentación relacionada con la banda, que ahora investigan los agentes.

Mobutu, natural de Vitoria, de 44 años, accedió a la cúpula de la organización tras la captura de los anteriores miembros de la ejecutiva etarra, en Bidart, en 1992. A pesar de que la policía le acusa de haber estado integrado en el comando Araba a finales de los setenta y principios de los ochenta, periodo en el que este grupo cometió varios asesinatos, judicialmente sólo tiene una causa abierta por pertenencia a ETA.

Mobutu fue detenido el 17 de noviembre de 1994 en Francia y condenado a siete años de prisión por asociación de malhechores, con prohibición definitiva de estancia en territorio francés. El 7 de julio de 2000 fue puesto en libertad tras cumplir condena. El Gobierno francés decretó entonces su confinamiento en el departamento de La Creuse, después de que el Tribunal Administrativo de París paralizara una orden de expulsión. Permaneció confinado cuatro meses, hasta que en la madrugada del 13 de noviembre se fugó del hotel de Aubusson descolgándose de su habitación con una sábana.

En el momento de su arresto en 1994, el Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional tenía dictadas dos órdenes de busca y captura. La primera corresponde a un sumario de 1978 por los delitos de asesinato y pertenencia a banda armada, mientras que la segunda se deriva de un sumario de 1981 por robo, estragos y colaboración con banda armada. Sin embargo, la fiscalía descartó en 1994 pedir la extradición por el sumario en el que se le relacionaba con el asesinato del comerciante Saturnino Sota, cometido en 1978 en Vitoria.

Según las acusaciones que mantiene la policía, López de la Calle formó parte de ETA, presuntamente, desde los primeros años de la democracia en España. En agosto de 1979 se marcho a Bélgica y un año mas tarde se trasladó a Yemen del Sur, donde recibió un cursillo de adiestramiento guerrillero. Las imputaciones policiales le implicaban desde mediados de 1980 en la actividad del comando Araba hasta que, en diciembre de 1981, huyó nuevamente a Francia, después de que uno de los miembros del comando muriera en un enfrentamiento a tiros con la policía.