"Ahora hay que buscarse la vida"
Hoy, cuando finalice el último turno, Samsung echará el cierre en Palau-solità i Plegamans
Hace casi tres meses, a medida que iban llegando a la fábrica, se fueron enterando de que se iban a quedar sin trabajo. Eran 434 trabajadores estupefactos que no podían creer que una planta con beneficios, la que la multinacional coreana Samsung tiene en Palau-solità i Plegamans (Vallès Occidental), se iba a Eslovaquia para ser más competitiva. Para muchos aquel día fue como una pesadilla de la que esperaban despertarse en un momento u otro.
Hoy, cuando finalice el último turno, las puertas de la fábrica echarán el cerrojo. En la calle quedarán casi medio millar de trabajadores desencantados, resignados y con la esperanza de que Samsung cumpla la promesa de recolocarles en un año. La mayoría, mujeres de entre 24 y 35 años. Muchas con hijos.
Entre los trabajadores, hay un colectivo muy enojado. Son los que venían de una ETT.
La cuenta atrás empezó el pasado 14 de enero. Al principio, los trabajadores aseguraron que iban a luchar para que la multinacional no se fuera. Sandra Sánchez, de 27 años, era una de las que pedían a los políticos que hicieran lo posible y lo imposible para evitar que Samsung cerrara. Ahora Sandra se "busca la vida". "Las intenciones de la empresa de recolocarnos son buenas, pero es mejor buscarse la vida uno mismo", dice. Hay cierta resignación en esta joven cuando explica: "Estábamos muy a gusto, pero nos dijeron que fuera y se acabó". Para muchos, estos 75 días han sido toda una agonía. "Lo he pasado mal, muy mal, porque todo el mundo está muy nervioso. Ahora nos toca esperar, pero veo muy difícil que me hagan fija en otro sitio", lamenta Sara Moro."Lo de las ofertas de trabajo empezará después del cierre", explica Òscar Rubies, miembro del comité de empresa. Rubies fue uno de los que negociaron el acuerdo sobre las indemnizaciones, que "aprobó el 90% de la plantilla". Las condiciones establecen el pago neto de 46 días por año trabajado, una indemnización mínima de 8.000 euros brutos y un complemento de 1.100 euros por cada año a partir del primero de antigüedad, por lo que ningún empleado con menos de un año trabajado se irá con una cantidad inferior a 8.000 euros. Rubies ve fácil recolocar a los trabajadores. "La plantilla tiene entre 24 y 35 años y con el tejido industrial que hay es fácil que recoloquen al 100% de la gente", dice.
Mari Carmen Guerrero no lo ve tan fácil. Tiene 44 años y una hija. "Lo primero, arreglar el paro. Yo llevaba ocho años. Dicen que nos van a recolocar, pero lo veo difícil. Supongo que los de 30 años lo van a tener más fácil". Que los mayores lo tendrán peor es algo en lo que está de acuerdo Cándido Romero, secretario de la Federación del Metal y la Construcción de la UGT. "La mayoría se ha apuntado a la lista de recolocación. Yo tengo experiencia en casos como Valeo y los resultados acostumbran a ser muy buenos, aunque la gente mayor lo tendrá más complicado".
Entre los trabajadores cunde el desencanto, pero hay un colectivo especialmente enojado. Son los que no estaban fijos en la empresa, los contratados a través de las empresas de trabajo temporal (ETT). "Nosotros no importamos al resto de los trabajadores", se lamenta Victoria Altaya. A ella, con una niña pequeña, el trabajo a media jornada, que hacía desde hace dos años con contratos de sustitución, le iba "muy bien" porque podía cuidar de su hija. Se queja de que no van a recibir las indemnizaciones que cobrarán los fijos. Entre los 60 trabajadores de ETT que han decidido denunciar lo que ellos consideran una "discriminación" está Loli Enano, que explica: "Nos hemos sentido muy solos y no se ha contado con nosotros. Nos ofrecieron un un equipo de DVD y vídeo si aumentábamos la producción, dijimos que no, que no nos íbamos a dejar comprar".
Los ayuntamientos del Vallès también se movilizaron el día en que Samsung. La alcaldesa de Palau-solità i Plegamans, Teresa Padrós (PSC), asegura que el Ayuntamiento vigilará que Samsung y los sindicatos cumplan el compromiso de recolocar a los trabajadores. Éstos dicen que van a valorar todas las promesas dentro de un año, cuando termine el plazo para la recolocación.
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