Nantes y Annecy exhiben 20 películas españolas
El cine español, como la práctica totalidad del cine europeo, tiene graves dificultades para exportarse, para ser visto dentro de las fronteras comunitarias, donde recibe el trato de un trabajador ilegal. Pero los festivales intentan compensar las fronteras comerciales. Este mes de marzo, el cine español disfrutará en Francia de dos grandes ventanas: una en Nantes y otra en Annecy, es decir, en el Atlántico, y al pie de los Alpes.
En Nantes llevan 14 años interesándose por las películas españolas. El año pasado, en el plazo de poco más de doce días, atrajeron a 14.000 espectadores. La edición de 2004 ha elegido siete títulos para su sección a competición: Tiempo de tormenta, de Pedro Olea; Te doy mis ojos, de Icíar Bollaín; La pelota vasca, de Julio Medem; Eres mi héroe, de Antonio Cuadri; La vida que te espera, de Manuel Gutiérrez Aragón; Soldados de Salamina, de David Trueba, y La vida mancha, de Enrique Urbizu. Al mismo tiempo se proyectarán cintas recientes de Agustí Villalonga, Ventura Pons, Paco Plaza, Antón Reixa, Alberto Rodríguez o el documental Balseros, de Bosch y Doménech, además realizarse homenajes al cine vasco, a intérpretes como María Barranco y Juan Diego, y a cineastas como Vicente Aranda y Enrique Urbizu.
Martín Patino
En Annecy, la fórmula es distinta porque corresponde a un certamen que alterna su interés por el cine español con el que siente por el de sus vecinos italianos. Ese carácter bianual lleva al festival a retrospectivas u homenajes exhaustivos, como el dedicado a Basilio Martín Patino, y a programar dentro de las secciones cintas totalmente desconocidas del público galo -En la ciudad, de Cesc Gay; Haz conmigo lo que quieras, de Ramón de España; Planta 4ª, de Mercero; El misterio Galíndez, de G. Herrero; La gran aventura de Mortadelo y Filemón, de Javier Fesser; 800 balas, de Álex de la Iglesia; El otro lado de la cama, de Martínez Lázaro, y Una
preciosa puesta de sol, de Álvaro del Amo- junto con otras que ya se han exhibido en Francia, pero cuya presencia contribuye a completar la panorámica sobre la producción de los últimos dos años: Darkness, de Jaime Balagueró; Las horas del día, de Jaime Rosales; Mi vida sin mí, de Isabel Coixet; Los lunes al sol, de León de Aranoa, o de Hable con ella, de Almodóvar.
Esa oferta se completa con un espacio destinado a los nuevos realizadores y que propone un premio en metálico de 7.700 euros para ayudar a la distribución de la obra ganadora.
