Nuevo registro en el locutorio telefónico de tres de los detenidos en Lavapiés

La policía volvió ayer por la tarde al barrio madrileño de Lavapiés para ejecutar un nuevo registro en el locutorio telefónico Nuevo Siglo, regentado por los tres ciudadanos marroquíes detenidos el sábado por su supuesta relación con los atentados del 11 de marzo en Madrid. Los registros comenzaron caída la tarde, pero las fuentes consultadas no precisaron el objeto de dicha operación policial.

El locutorio, que era regentado por Jamal Zougam, uno de los principales encausados en esta investigación, es una de las claves de la investigación, ya que en él supuestamente fue trucada la tarjeta del teléfono móvil que se encontraba junto a la bomba que pudo ser desactivada y que se ha revelado vital para la investigación. La madrugada del pasado domingo, los agentes ya se llevaron varias cajas de dicho locutorio, sito en el número 17 de la calle del Tribulete. El citado locutorio es muy conocido en el barrio y en él, según vecinos y algunos clientes, se disponía de material informático que permitiría desbloquear las tarjetas de los móviles, para poder usarlas indistintamente en cualquier compañía de móviles.

Los vecinos de Lavapiés se volvieron a sobresaltar anoche por la fuerte presencia policial en el barrio, el más multicultural de Madrid y cuajado de comercios de venta al por mayor.

Tras hora y media en el interior del establecimiento, los agentes salieron del mismo con dos cajas precintadas, y poco después lo hicieron más agentes con los dos detenidos, que estaban esposados y llevaban las caras tapadas. En el lugar, que fue acordonado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, se congregó un pequeño grupo de personas, en su mayoría extranjeras, que insultaron a los detenidos cuando salieron a la calle.

Además, fuentes judiciales indicaron ayer que se había desencadenado una operación en relación con el 11-M en las ciudades de Zaragoza, Barcelona, Elche (Alicante) y Valencia. Sin embargo, las fuentes policiales consultadas no confirmaron este extremo.

El Ministerio del Interior ha solicitado a los ciudadanos que viajaban en los trenes y a los que se encontraban en las estaciones de la línea C-2 que aporten informaciones sobre posibles movimientos sospechosos que hubieran detectado el 11 de marzo.