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Telmex responde a Telefónica con la toma de control de Embratel

La firma mexicana paga 360 millones de dólares a WorldCom

El multimillonario mexicano Carlos Slim, que heredó el monopolio Telmex, no ha dado ni una semana a Telefónica en su lucha por conservar el liderazgo de las telecomunicaciones en Latinoamérica. Telmex anunció ayer la compra del 19% (52% de los derechos de voto) que tenía MCI-WorldCom (ahora en quiebra) en Embratel, la mayor compañía de telefonía de larga distancia de Brasil por 360 millones de dólares.

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La operación entre MCI (heredera de WorldCom tras la quiebra) y Teléfonos de México Telmex), el gigante de las telecomunicaciones en México con 15,7 millones de clientes, es más importante desde el punto de vista estratégico que del volumen de la compra, unos 360 millones de dólares, que se desembolsarán en efectivo. La intención del propietario de Telmex, Carlos Slim, es clara: reforzar su presencia en el mercado latinoamericano, donde la compañía Telefónica se abre camino a pasos de gigante.

De hecho, la operadora española también optaba a la compra de Embratel a través del consorcio que tiene con Telemar y Brasil Telecom. Pero el vicepresidente de Telmex, José Formoso, responde que con la adquisición de los activos de MCI, el operador mexicano podrá reforzar su presencia en el mercado con mayor potencial de crecimiento del subcontinente y permitirá, a su vez, consolidar su "reputación".

La antigua WorldCom poseía hasta ahora el 19,26% del capital de la brasileña y controlaba el 51,79% de los derechos de voto. Su vicepresidente ejecutivo de MCI, Jonathan Crane, aseguró ayer a los inversores que seguirá manteniendo una "relación continua" con Embratel. Además, tendrá acceso a grandes clientes corporativos como el grupo bancario Citigroup o la petrolera Shell.

Pero para que la operación de compra de Telmex pueda ver la luz, las autoridades judiciales estadounidenses deben darle antes su aprobado debido a la delicada situación financiera por la que atraviesa MCI. La compañía sigue intentando salir de la bancarrota en la que entró en junio de 2002 tras una serie de fraudes contables, que destaparon un agujero en sus cuentas de 11.000 millones de dólares.

La operación ha topado con otro escollo. Anoche, los accionistas minoritarios de Embratel anunciaron que impugnarán la decisión de MCI de vender su parte a Telmex. Este colectivo pedirá a la justicia brasileña y a la estadounidense que revisen la operación, pues consideran que otros consorcios han realizado ofertas más altas por esa participación.

Telmex y MCI llevaban estudiando la operación desde finales del año pasado, cuando todavía estaba caliente el acuerdo con AT&T Latinoamérica para adquirir sus servicios de banda ancha en Colombia, Brasil, Chile, Perú y Argentina. Era la primera expansión que realizaba Slim fuera del país mientras jugaba sus cartas para hacerse con las acciones de la antigua WorldCom en Embratel a sabiendas de que necesitaba deshacerse de algunos activos para superar la quiebra.

Los servicios de telefonía fija de Telmex se combinan además con la red celular de América Móvil en Brasil, también propiedad de Slim, operadora líder en Latinoamérica, con presencia en México, EE UU, Colombia, Ecuador, Guatemala, Nicaragua y El Salvador.

Embratel tiene unos ingresos anuales próximos a 2.400 millones de dólares e infraestructura de cable que cubre todo el país.

Carlos Slim.
Carlos Slim.

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