Rajoy y Zapatero se lanzan a la caza del indeciso en la recta final de la campaña
Mariano Rajoy se coló ayer en la conciencia de su adversario, José Luis Rodríguez Zapatero, para reclamarle el voto al PP a cuenta del amor a la patria. El candidato popular consideró que su principal rival político "debería decir que siguiera el PP si tuviera un poco de patriotismo". Se lo contó a un grupo de 1.200 mayores convocados a un acto sectorial celebrado en Burgos, donde el PP prometió mejoras en las pensiones de viudedad y de orfandad si mantiene el Gobierno tras las elecciones.
Para que siga el PP en el Ejecutivo, los estrategas de este partido han instruido a sus candidatos a movilizar el voto de los indecisos alertándoles sobre el peligro de un Gobierno del PSOE con distintos partidos nacionalistas e IU. "Hay que explicar a los electores que votar a Zapatero es dar alas a los comunistas y a los separatistas". Los redactores del argumentario popular han acuñado la siguiente frase para animar a los votantes: "El 14-M, los españoles no pueden hacer novillos".
Zapatero: "El próximo domingo no debe faltar ni un trabajador en las urnas"
Aznar: "Un Gobierno débil está atado de pies y manos, la gente debe saber lo que está en juego"
Rajoy: "Zapatero debería decir que siga el PP si tuviera un poco de patriotismo"
EL GOBIERNO DE 1996
"Atados de pies y manos"
Aznar se sumó ayer a esta corriente al recordar que "un Gobierno débil", como el que él mismo presidió de 1996 a 2000 cuando pactó con CiU y PNV, "está atado de pies y manos". Por eso advirtió ayer a los ciudadanos, "para que conozcan lo que está en juego", del peligro de una derrota electoral del PP. Un día antes, Rajoy había ensalzado las bondades de la independencia para gobernar porque era la única manera de no tener que ceder al chantaje de nadie.
A Zapatero le sorprendió esta reflexión. "Acaso fue el Partido Popular chantajeado por Arzalluz y Pujol?", se preguntó. Nadie contestó.
En un acto con 1.500 sindicalistas, el candidato socialista a presidente hizo un llamamiento para que el próximo domingo "no falte ni un solo trabajador en las urnas". Zapatero animó a los "héroes cotidianos que van cada día a trabajar y no dicen que van a sacar a España del rincón de la historia" a que le voten para que a partir del próximo domingo haya "un Gobierno tolerante, dialogante y con sensibilidad".
Los socialistas, además, están pidiendo a los ciudadanos de izquierdas que no dividan el voto progresista para que el PP no gane escaños que se disputarán por un escaso margen de votos en distintas circunscripciones. La sugerencia molesta a Ízquierda Unida, la principal víctima de ese consejo. El alcalde de A Coruña, el socialista Francisco Vázquez, lo resume así: "Hay sólo dos opciones, lo demás son ganas de enredar".
Dos de los tres peores resultados del PSOE en unas elecciones generales (en 1979 logró el 30,4% de los sufragios y en 2000 consiguió el 34,16%) los cosechó con las más altas abstenciones de los ocho comicios celebrados desde 1977 (32% en 1979 y 31,3% en 2000).
Zapatero reclamó ayer a "los indecisos" que "hagan el esfuerzo de ir a votar" porque "va a merecer la pena". Los socialistas están convencidos de que en los últimos días están recortando distancias respecto al Partido Popular. Hasta el punto de que el candidato se atrevió ayer con el siguiente análisis de la situación actual: "Hace diez días, el único debate de los amigos poderosos del PP era saber por cuánto iba a ganar Rajoy mientras que ahora la gente ha reaccionado y hasta ellos tienen que reconocer que estamos casi a su nivel".
Para promover el apoyo a las candidaturas progresistas, 334 escritores, actores y profesores difundieron ayer un manifiesto suscrito en el que reclaman un "cambio de rumbo político" y una "oportunidad democrática" a la oposición. Firman esta petición Suso de Toro, Miguel Ríos, Pilar Bardem, Luis Tosar, Manuel Gutiérrez Aragón, Montxo Armendáriz, Juan Marsé, Manuel Vicent, Luis García Montero, Carlos Castilla del Pino, José Nieto, Javier Cercas, Manuel Rivas, José Manuel Caballero Bonald y Gustavo Martín Garzo, entre otros. Todos contra un nuevo Gobierno del PP.
EL PASADO SOCIALISTA
Problema: la corrupción
El candidato del PP insistió ayer en la incapacidad de Zapatero para dar la estabilidad que necesita España y volvió a recurrir al pasado como arma electoral contra el PSOE al recordar que en 1996 la corrupción era el tercer problema que más preocupaba a los españoles, mientras que ahora no se encuentra ni entre los 40 más importantes.
"Ya no hay que detener al director de la Guardia Civil", bromeó Rajoy. "¿Hay algún país del mundo en el que el ministro del Interior haya detenido al director de la Guardia Civil? Es impresionante. A veces nos olvidamos de las cosas. Y, claro, yo viendo ahora a algunos diciendo que van a traer la modernidad o que hay que hacer un cambio, no dejo de sorprenderme". Y de la sorpresa pasó al misterio: "Zapatero quiere cambiar. ¿Para qué? No lo sabe nadie".
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