"Los políticos y los servicios de inteligencia exageraron y distorsionaron la amenaza de Irak", declara Hans Blix

El ex presidente de la Comisión de Vigilancia, Verificación e Inspección de armas de Naciones Unidas en Irak (Unmovic), Hans Blix, declaró ayer que los "líderes políticos y los servicios de inteligencia exageraron y distorsionaron la amenaza de Irak para la comunidad internacional", afirmación que ilustra en su libro, que se publicará en España el próximo 15 de abril, titulado Desarmando a Irak.

Blix, que recibió ayer el premio de la Paz 2003 concedido por la Asociación de Naciones Unidas en España (AUNE), explicó en rueda de prensa que de haber continuado las inspecciones hasta el mes de mayo de 2003, se hubiera "podido certificar la inexistencia de armas de destrucción masiva en Irak". No ocultó su amargura al referirse "a la posición favorable a la guerra de Estados Unidos, Reino Unido y España, países que decidieron ir a la guerra contra la posición de la mayoría del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas". Blix insistió en que a finales de febrero de 2003, cuando las inspecciones comenzaron a dar resultados en Irak, Estados Unidos "comenzó a desacreditar y minar la tarea de los inspectores de la ONU". Blix estima que esa desacreditación se basó en la seguridad de la Administración Bush de que existían armas de destrucción masiva en Irak.

Blix fue recibido por el presidente del parlamento catalán, Ernest Benach, y más tarde por Pasqual Maragall, presidente de la Generalitat de Cataluña.

Más tarde, acudió a la ceremonia del Ayuntamiento de Barcelona, donde recibió el premio de manos del alcalde, Joan Clos. Se trata de la 24 edición del citado galardón, ya otorgado a personalidades como el político sueco Olof Palme y el surafricano Nelson Mandela.

Manifestaciones en España

Al glosar a Blix, antes de pasarle la palabra, hubo un alegato a favor del derecho internacional por parte de Xavier Pons, catedrático de la Universidad de Barcelona, quien destacó que la guerra de Irak había sido ilegal y recordó las multitudinarias manifestaciones que tuvieron lugar en Barcelona, Madrid y el resto de España.

Blix recordó su formación en las Naciones Unidas y en la parte final de su alocución habló de Irak. Fue contundente al subrayar la ilegalidad de la guerra. "El Consejo de Seguridad nunca autorizó a miembros individuales a usar la fuerza, la acción armada, contra la posición de la mayoría de sus miembros. Las reglas fueron ignoradas". Blix añadió: "Se dañó la credibilidad de los líderes políticos de la minoría del Consejo de Seguridad". Según explicó, la tarea de los inspectores de la ONU comenzó a avanzar en enero y febrero de 2003. "Nosotros demostramos que las inspecciones pueden ser eficaces, profesionales, independientes y honestas, sin subordinación política", señaló.

Blix recordó antes de este acto que su equipo investigó la información que le fue aportada, a partir de noviembre de 2002 por los servicios de inteligencia occidentales, sobre lugares donde había armas , pero que el resultado fue negativo. "No encontramos nada en las más de 100 inspecciones".