Consell y empresarios perfilan una fundación que impulse alternativas al empleo del sector textil

La destrucción de empleo que sufre el sector textil en la Comunidad Valenciana tiende a acentuarse. Los empresarios textiles han arrancado ayudas al Estado y la Generalitat para sostener sus plantillas temporalmente, pero ya se barajan otras opciones. La Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana (Ateval) y la Generalitat perfilan una fundación que estimule la creación de empleos alternativos en las comarcas de La Vall d'Albaida y L'Alcoià, que concentran la industria del sector.

Unas 45.000 personas trabajan en la industria textil de la Comunidad Valenciana, pero ese número se reduce paulatinamente. A lo largo de 2003 se destruyeron 1.800 empleos, según estimaciones de Ateval. El año anterior, 900.

La liberalización comercial total del textil a partir de enero de 2005, acordada por la Organización Mundial de Comercio, constituye una amenaza de primer orden para la industria tradicional de un sector intensivo en mano de obra. El acuerdo de ámbito estatal alcanzado entre la patronal del sector y el Ministerio de Trabajo a finales del año pasado, que prevé la subvención pública de suspensiones temporales de empleo de un máximo de tres meses para los trabajadores de plantilla, se cerró, precisamente, para facilitar la adaptación de la industria a la nueva competencia internacional, según fuentes de la patronal textil. La Generalitat se ha comprometido a complementar las subvenciones del Ministerio de Trabajo a través de ayudas que gestionará el Impiva, aunque aún no se ha publicado su convocatoria.

Pero el futuro del sector pasa por instalar o contratar los procesos de producción que requieren mano de obra intensiva en países en vías de desarrollo que ofrecen mano de obra baratísima, como China, India o Pakistán, para concentrar en la sede únicamente los últimos remates, la presentación y la distribución, aquellos eslabones de la cadena que generan valor añadido y requieren menos trabajadores.

Las sucesivas reuniones entre la cúpula de Ateval y los responsables de Economía e Industria de la Generalitat para abordar el futuro del sector y paliar la presumible destrucción de empleo que se avecina han desembocado en la posibilidad de establecer una fundación que impulse la creación de empleo en ocupaciones alternativas al textil, sobre todo en las comarcas de L'Alcoià y la Vall d'Albaida, donde se concentra el grueso de la industria.

Un portavoz de Ateval confirma que la iniciativa persigue "elevar la calidad del empleo" en el sector textil y fomentar "industrias alternativas" para acoger a los trabajadores menos cualificados y más amenazados por la competencia de países pobres.

Las posibilidades de actuación van desde la concesión de microcréditos personales para la creación de empresas hasta los cursos de formación para acceder a trabajos en otros sectores, pero el mismo portavoz sugiere que corresponde a Economía definir las fórmulas específicas de acción de acuerdo con la legislación vigente.

La patronal del textil asumiría en principio el papel de patrono de la fundación para el fomento de empleos alternativos, pero no descarta la implicación de la Generalitat a través del Servicio Valenciano de Empleo. El mismo portavoz explica que los empresarios asumirán su responsabilidad social, pero recuerda: "No somos una ONG".

Un portavoz de la Generalitat evitó precisar detalles sobre el carácter de la fundación y sus vías de actuación alegando que el proyecto "aún se está madurando".

Otros sectores manufactureros como el calzado o el mueble afrontan una situación paralela al textil, como puso de relieve la semana pasada un informe de la Universidad de Valencia difundido por la Cámara de Comercio. Sin embargo, la iniciativa de Ateval dirigida a explorar nuevos yacimientos de empleo en las zonas donde se concentra la industria textil es pionera.